29 de marzo de 2007

Hablo contigo

Hablo contigo, ignoro dónde estás, hacia qué luz busca mi Ser el eco en que te escucho. No hay usura en tu voz, yo sé que un aire limpio te respira, que algo redentor, alguna claridad que arrastra el río lleva el pensamiento tuyo.
Hablo contigo, una intacta pasión vive en tu fósforo, una única luz que no se apaga. Y hablo, hablo contigo alrededor de un hueco, alrededor de mí como el que gira mutuo, como aquel que dentro de nosotros es próximo y se acerca con su haz luminoso de pureza.
Hablo ante el destino que imagina el hombre, eso de desvalido, eso de delirante y turbio hablo contigo. Y es de noche, es de noche en los dos como metal oscuro, y vemos como largamente la verdad extiende su único hilo de saliva, un único alfabeto en el rumor de todos.
Hablo contigo, oh bondad compartida de quien es silencioso, sombra de esa sombra que aletea y es vuelo de semejante elocuencia, el que escribe, el que escucha, el que lámina a lámina va enhebrando en el eco una voz que responde, esa voz en mí mismo, la que nos alumbra y persuade desde más allá de la muerte.
Juan Carlos Mestre

Hablo contigo

Hablo contigo, ignoro dónde estás, hacia qué luz busca mi Ser el eco en que te escucho. No hay usura en tu voz, yo sé que un aire limpio te respira, que algo redentor, alguna claridad que arrastra el río lleva el pensamiento tuyo.
Hablo contigo, una intacta pasión vive en tu fósforo, una única luz que no se apaga. Y hablo, hablo contigo alrededor de un hueco, alrededor de mí como el que gira mutuo, como aquel que dentro de nosotros es próximo y se acerca con su haz luminoso de pureza.
Hablo ante el destino que imagina el hombre, eso de desvalido, eso de delirante y turbio hablo contigo. Y es de noche, es de noche en los dos como metal oscuro, y vemos como largamente la verdad extiende su único hilo de saliva, un único alfabeto en el rumor de todos.
Hablo contigo, oh bondad compartida de quien es silencioso, sombra de esa sombra que aletea y es vuelo de semejante elocuencia, el que escribe, el que escucha, el que lámina a lámina va enhebrando en el eco una voz que responde, esa voz en mí mismo, la que nos alumbra y persuade desde más allá de la muerte.
Juan Carlos Mestre

17 de marzo de 2007

Varias cosas de Ketty

SIEMPRE TÚ

Siempre estas en mis sueños
Siempre estas en mis deseos
Si sabiendo que te amo y sabiendo que te quiero, eres feliz, si ademas sabes que no puedo vivir sin ti, que siempre estas en el remanso de esas noches, que tú sabes que estoy pensando en tí.
Eres mi nostalgia, eres mí sin vivir.
Tú sabes mí amor que me despierto con una sonrisa, me emociono, me lleno de sentimientos, de pasión. Mi alma se llena de melancolía, que pena no tenerte y quererte, estrecharte entre mis brazos y no perderte. Me cansa el silencio, me cansa no poder verte.
Necesito mirarte a los ojos.
Necesito que tú puedas verme
Necesito quererte.

NIÑO PIDIENDO

Delante de mi, alguien alargo su mano, yo la mire, y me fije en sus ojos, pero algo me sorprendió y pensé, no puedo creer lo que estaba a punto de suceder, un niño pidiendo para comer, que esta pasando, no puede ser, no hay gente mayor que él para poderle proteger, o nuestro mundo no es como el de él, cualquier cosa ya veo que puede suceder, porque a este niño nadie lo puede atender, que vida, nunca sabemos cuando nacemos que nos va a suceder. Porque dejamos en este mundo que cosas como estas puedan suceder, pobre niño, el no pidió nacer, y menos crecer para después no poder comer. Saque de mis bolsillos unas monedas que en su mano deje caer, le di un beso en sus mejillas, le agarré y le dije, ven yo te atenderé, te juró que si tú pasas hambre yo también lo haré, hoy es un día tan especial que nunca lo olvidaré, en mí mesa otro plato pondré para comer, y repartiré contigo todo lo que yo pueda tener, y esto nunca te volverá a suceder.

ADIÓS

No estes triste, la muerte llega y siempre lo hace sin esperarla, hay que obedecer, no vale que te lamentes , solo me entristece mirar a mi alrededor, y pienso, lo podria haber hecho mejor, adiós mi cielo, adiós mi luna, adiós mi vida, adiós mi amor, todo en mí es nostalgia, todo me sorprende, que desgracia mí vida se apaga, ya no tengo alegria, me ire poco a poco, como se va el sol tras la montaña.

Un beso Ketty

Varias cosas de Ketty

SIEMPRE TÚ

Siempre estas en mis sueños
Siempre estas en mis deseos
Si sabiendo que te amo y sabiendo que te quiero, eres feliz, si ademas sabes que no puedo vivir sin ti, que siempre estas en el remanso de esas noches, que tú sabes que estoy pensando en tí.
Eres mi nostalgia, eres mí sin vivir.
Tú sabes mí amor que me despierto con una sonrisa, me emociono, me lleno de sentimientos, de pasión. Mi alma se llena de melancolía, que pena no tenerte y quererte, estrecharte entre mis brazos y no perderte. Me cansa el silencio, me cansa no poder verte.
Necesito mirarte a los ojos.
Necesito que tú puedas verme
Necesito quererte.

NIÑO PIDIENDO

Delante de mi, alguien alargo su mano, yo la mire, y me fije en sus ojos, pero algo me sorprendió y pensé, no puedo creer lo que estaba a punto de suceder, un niño pidiendo para comer, que esta pasando, no puede ser, no hay gente mayor que él para poderle proteger, o nuestro mundo no es como el de él, cualquier cosa ya veo que puede suceder, porque a este niño nadie lo puede atender, que vida, nunca sabemos cuando nacemos que nos va a suceder. Porque dejamos en este mundo que cosas como estas puedan suceder, pobre niño, el no pidió nacer, y menos crecer para después no poder comer. Saque de mis bolsillos unas monedas que en su mano deje caer, le di un beso en sus mejillas, le agarré y le dije, ven yo te atenderé, te juró que si tú pasas hambre yo también lo haré, hoy es un día tan especial que nunca lo olvidaré, en mí mesa otro plato pondré para comer, y repartiré contigo todo lo que yo pueda tener, y esto nunca te volverá a suceder.

ADIÓS

No estes triste, la muerte llega y siempre lo hace sin esperarla, hay que obedecer, no vale que te lamentes , solo me entristece mirar a mi alrededor, y pienso, lo podria haber hecho mejor, adiós mi cielo, adiós mi luna, adiós mi vida, adiós mi amor, todo en mí es nostalgia, todo me sorprende, que desgracia mí vida se apaga, ya no tengo alegria, me ire poco a poco, como se va el sol tras la montaña.

Un beso Ketty

6 de marzo de 2007

No dejes morir el amor

Hubo una vez en la historia del mundo un día terrible en el que el odio que es el rey de los malos sentimientos, los defectos y las malas virtudes convocó a una reunión urgente con todos ellos. Todos los sentimientos negros del mundo y los deseos mas perversos del corazón humano llegaron a esta reunión con curiosidad de saber cuál era el propósito. Cuando estuvieron todos hablo el Odio y dijo: Los he reunido aquí a todos porque deseo con todas mis fuerzas matar a alguien. Los asistentes no se extrañaron mucho pues era el Odio el que estaba hablando y él siempre quiere matar a alguien, sin embargo todos se preguntaban entre sí quien sería tan dificil de matar para que el Odio los necesitara a todos. Quiero que maten al Amor, dijo. Muchos sonrieron malévolamente pues más de uno le tenía ganas El primer voluntario fue el Mal Carácter, quien dijo:

Yo iré, y les aseguro que en un año el Amor habrá muerto, provocare tal discordia y rabia que no lo soportará.

Al cabo de un año se reunieron otra vez y al escuchar el reporte del Mal Carácter quedaron tan decepcionados. Lo siento, lo intenté todo pero cada vez que yo sembraba una discordia, el Amor la superaba y salía adelante. Fue entonces cuando muy diligente se ofreció la Ambición que haciendo alarde de su poder dijo: En vista de que El Mal Carácter fracaso, iré yo. Desviaré la atención del Amor hacia el deseo por la riqueza y por el poder eso nunca lo ignorará.

Y empezó la Ambición el ataque hacia su víctima quien efectivamente cayó herida pero después de luchar por salir adelante renuncio a todo deseo desbordado de poder y triunfó de nuevo. Furioso el Odio por el fracaso de la Ambición envío a los Celos quienes burlones y perversos inventaban toda clase de artimañas y situaciones para despistar al Amor y lastimarlo con dudas y sospechas infundadas. Pero el Amor confundido lloró y pensó que no quería morir y con valentía y fortaleza se impuso sobre ellos y los venció.

Año tras año el Odio siguió en su lucha enviando a sus más hirientes compañeros. Envío a la Frialdad, al Egoísmo, La Indiferencia, La Pobreza, La Enfermedad y a muchos otros que fracasaron siempre porque cuando el Amor se sentía desfallecer tomaba de nuevo fuerza y todo lo superaba. El Odio, convencido de que el Amor era invencible les dijo a los demás:

Nada que hacer. El Amor ha soportado todo, llevamos muchos años insistiendo y no lo logramos. De pronto de un rincón del salón se levantó un sentimiento poco conocido que vestía de negro con un sombrero gigante que caía sobre su rostro y no lo dejaba ver. Su aspecto era fúnebre como el de la muerte: Yo mataré el Amor, dijo con seguridad.

Todos se preguntaron quien era ese que pretendía hacer solo lo que ninguno había podido. El Odio dijo: Ve y hazlo.Tan solo había pasado algún tiempo cuando el Odio volvió a llamar a todos los malos sentimientos para comunicarles después de mucho esperar que por fin EL AMOR HABíA MUERTO. Todos estaban felices pero sorprendidos. Entonces el sentimiento del sombrero negro habló: Ahí les entregó al Amor totalmente muerto y destrozado. Y sin decir más, se marchó.

-Espera, dijo el Odio, en tan poco tiempo lo eliminaste por completo, lo desesperaste y no hizo el menor esfuerzo para vivir. ¿Quien eres?. El sentimiento levanto por primera vez su horrible rostro y dijo: -SOY LA RUTINA-

Esto es para tomar buena nota, no os olvideis de esta historia.

Encontrado por ahí.


No dejes morir el amor

Hubo una vez en la historia del mundo un día terrible en el que el odio que es el rey de los malos sentimientos, los defectos y las malas virtudes convocó a una reunión urgente con todos ellos. Todos los sentimientos negros del mundo y los deseos mas perversos del corazón humano llegaron a esta reunión con curiosidad de saber cuál era el propósito. Cuando estuvieron todos hablo el Odio y dijo: Los he reunido aquí a todos porque deseo con todas mis fuerzas matar a alguien. Los asistentes no se extrañaron mucho pues era el Odio el que estaba hablando y él siempre quiere matar a alguien, sin embargo todos se preguntaban entre sí quien sería tan dificil de matar para que el Odio los necesitara a todos. Quiero que maten al Amor, dijo. Muchos sonrieron malévolamente pues más de uno le tenía ganas El primer voluntario fue el Mal Carácter, quien dijo:

Yo iré, y les aseguro que en un año el Amor habrá muerto, provocare tal discordia y rabia que no lo soportará.

Al cabo de un año se reunieron otra vez y al escuchar el reporte del Mal Carácter quedaron tan decepcionados. Lo siento, lo intenté todo pero cada vez que yo sembraba una discordia, el Amor la superaba y salía adelante. Fue entonces cuando muy diligente se ofreció la Ambición que haciendo alarde de su poder dijo: En vista de que El Mal Carácter fracaso, iré yo. Desviaré la atención del Amor hacia el deseo por la riqueza y por el poder eso nunca lo ignorará.

Y empezó la Ambición el ataque hacia su víctima quien efectivamente cayó herida pero después de luchar por salir adelante renuncio a todo deseo desbordado de poder y triunfó de nuevo. Furioso el Odio por el fracaso de la Ambición envío a los Celos quienes burlones y perversos inventaban toda clase de artimañas y situaciones para despistar al Amor y lastimarlo con dudas y sospechas infundadas. Pero el Amor confundido lloró y pensó que no quería morir y con valentía y fortaleza se impuso sobre ellos y los venció.

Año tras año el Odio siguió en su lucha enviando a sus más hirientes compañeros. Envío a la Frialdad, al Egoísmo, La Indiferencia, La Pobreza, La Enfermedad y a muchos otros que fracasaron siempre porque cuando el Amor se sentía desfallecer tomaba de nuevo fuerza y todo lo superaba. El Odio, convencido de que el Amor era invencible les dijo a los demás:

Nada que hacer. El Amor ha soportado todo, llevamos muchos años insistiendo y no lo logramos. De pronto de un rincón del salón se levantó un sentimiento poco conocido que vestía de negro con un sombrero gigante que caía sobre su rostro y no lo dejaba ver. Su aspecto era fúnebre como el de la muerte: Yo mataré el Amor, dijo con seguridad.

Todos se preguntaron quien era ese que pretendía hacer solo lo que ninguno había podido. El Odio dijo: Ve y hazlo.Tan solo había pasado algún tiempo cuando el Odio volvió a llamar a todos los malos sentimientos para comunicarles después de mucho esperar que por fin EL AMOR HABíA MUERTO. Todos estaban felices pero sorprendidos. Entonces el sentimiento del sombrero negro habló: Ahí les entregó al Amor totalmente muerto y destrozado. Y sin decir más, se marchó.

-Espera, dijo el Odio, en tan poco tiempo lo eliminaste por completo, lo desesperaste y no hizo el menor esfuerzo para vivir. ¿Quien eres?. El sentimiento levanto por primera vez su horrible rostro y dijo: -SOY LA RUTINA-

Esto es para tomar buena nota, no os olvideis de esta historia.

Encontrado por ahí.