Yo iré, y les aseguro que en un año el Amor habrá muerto, provocare tal discordia y rabia que no lo soportará.
Al cabo de un año se reunieron otra vez y al escuchar el reporte del Mal Carácter quedaron tan decepcionados. Lo siento, lo intenté todo pero cada vez que yo sembraba una discordia, el Amor la superaba y salía adelante. Fue entonces cuando muy diligente se ofreció la Ambición que haciendo alarde de su poder dijo: En vista de que El Mal Carácter fracaso, iré yo. Desviaré la atención del Amor hacia el deseo por la riqueza y por el poder eso nunca lo ignorará.
Y empezó la Ambición el ataque hacia su víctima quien efectivamente cayó herida pero después de luchar por salir adelante renuncio a todo deseo desbordado de poder y triunfó de nuevo. Furioso el Odio por el fracaso de la Ambición envío a los Celos quienes burlones y perversos inventaban toda clase de artimañas y situaciones para despistar al Amor y lastimarlo con dudas y sospechas infundadas. Pero el Amor confundido lloró y pensó que no quería morir y con valentía y fortaleza se impuso sobre ellos y los venció.
Año tras año el Odio siguió en su lucha enviando a sus más hirientes compañeros. Envío a la Frialdad, al Egoísmo, La Indiferencia, La Pobreza, La Enfermedad y a muchos otros que fracasaron siempre porque cuando el Amor se sentía desfallecer tomaba de nuevo fuerza y todo lo superaba. El Odio, convencido de que el Amor era invencible les dijo a los demás:
Nada que hacer. El Amor ha soportado todo, llevamos muchos años insistiendo y no lo logramos. De pronto de un rincón del salón se levantó un sentimiento poco conocido que vestía de negro con un sombrero gigante que caía sobre su rostro y no lo dejaba ver. Su aspecto era fúnebre como el de la muerte: Yo mataré el Amor, dijo con seguridad.
Todos se preguntaron quien era ese que pretendía hacer solo lo que ninguno había podido. El Odio dijo: Ve y hazlo.Tan solo había pasado algún tiempo cuando el Odio volvió a llamar a todos los malos sentimientos para comunicarles después de mucho esperar que por fin EL AMOR HABíA MUERTO. Todos estaban felices pero sorprendidos. Entonces el sentimiento del sombrero negro habló: Ahí les entregó al Amor totalmente muerto y destrozado. Y sin decir más, se marchó.
-Espera, dijo el Odio, en tan poco tiempo lo eliminaste por completo, lo desesperaste y no hizo el menor esfuerzo para vivir. ¿Quien eres?. El sentimiento levanto por primera vez su horrible rostro y dijo: -SOY LA RUTINA-
Esto es para tomar buena nota, no os olvideis de esta historia.
Encontrado por ahí.