5 de julio de 2007

Mi tierra


Suben y bajan sin parar, llegan a la orilla,

no se quedan, se van con pasos lentos y seguros,

olas alegres de fuertes marejadas, bañan la arena,

montañas de espuma la cubren con un arco iris.

Reflejan la lluvia fina, rayos de sol en el horizonte,

contoneándose cual sirena se asoman tímidos,

dejando atrás la tenebrosa y negra noche,

pasan por las montañas, por encima de sus picos.

Lluvia de primavera, días cayendo sin cesar,

acariciándole y mimándole, llegas a mi mar.

Dando al paisaje todo su explendor,

los praos verdes, iluminan la tierra con su yerba,

hoy, veo caer la tarde y el día se apaga,

la noche, me arropa y no veo alrededor.

Pepe©



Mi tierra


Suben y bajan sin parar, llegan a la orilla,

no se quedan, se van con pasos lentos y seguros,

olas alegres de fuertes marejadas, bañan la arena,

montañas de espuma la cubren con un arco iris.

Reflejan la lluvia fina, rayos de sol en el horizonte,

contoneándose cual sirena se asoman tímidos,

dejando atrás la tenebrosa y negra noche,

pasan por las montañas, por encima de sus picos.

Lluvia de primavera, días cayendo sin cesar,

acariciándole y mimándole, llegas a mi mar.

Dando al paisaje todo su explendor,

los praos verdes, iluminan la tierra con su yerba,

hoy, veo caer la tarde y el día se apaga,

la noche, me arropa y no veo alrededor.

Pepe©