28 de agosto de 2007

Contrabando de Amor


Ella es rubia, él es negro
su piel no es del mismo color,
pero el cariño entre los dos es ciego
y su estirpe no impedirá su amor.

Ella es rica, él es indigente
pero los une la misma pasión.
y hasta su clase social es diferente,
para el amor no hay explicación.

Ella es hermosa, él medio feo,
y no son ni de la misma religión,
pues ella es creyente, él es ateo,
pero los dos creen en el amor.

Ella es una gata, él es un perro,
pero lo sedujo cuando ella lo miró,
a él no le importó irse al destierro,
y hasta su lejano país la visitó.

Se fue con las maletas vacías
solo llevó su fe y su corazón,
y en la aduana lo trataron de espía,
y lo detuvieron sin apelación.

Lo acusaron como a un comunista,
pues era extraña su inmigración,
él no era espía ni tampoco terrorista,
solo era un contrabandista de amor.

“Solo vine a este país por mi amada.”
Con torpe idioma él se defendió.
Pero los federales no lo escuchaban
porque no les gustaba su color.

Le permitieron solo una llamada,
mientras agitaba las llaves el celador,
al rato su amada depositó la fianza
y lo vino a sacar de la prisión.

¿Qué será lo que hace que dos seres
tengan esa magnética atracción,
que hagan cosas imposibles, lo que fuere,
o que luchen contra todos por amor?

Ella vino con su auto deportivo
y se llevó al negro a su mansión,
él no era espía, tampoco subversivo,
solo trajo un contrabando de amor.
Poema de Rubén Sada

Contrabando de Amor


Ella es rubia, él es negro
su piel no es del mismo color,
pero el cariño entre los dos es ciego
y su estirpe no impedirá su amor.

Ella es rica, él es indigente
pero los une la misma pasión.
y hasta su clase social es diferente,
para el amor no hay explicación.

Ella es hermosa, él medio feo,
y no son ni de la misma religión,
pues ella es creyente, él es ateo,
pero los dos creen en el amor.

Ella es una gata, él es un perro,
pero lo sedujo cuando ella lo miró,
a él no le importó irse al destierro,
y hasta su lejano país la visitó.

Se fue con las maletas vacías
solo llevó su fe y su corazón,
y en la aduana lo trataron de espía,
y lo detuvieron sin apelación.

Lo acusaron como a un comunista,
pues era extraña su inmigración,
él no era espía ni tampoco terrorista,
solo era un contrabandista de amor.

“Solo vine a este país por mi amada.”
Con torpe idioma él se defendió.
Pero los federales no lo escuchaban
porque no les gustaba su color.

Le permitieron solo una llamada,
mientras agitaba las llaves el celador,
al rato su amada depositó la fianza
y lo vino a sacar de la prisión.

¿Qué será lo que hace que dos seres
tengan esa magnética atracción,
que hagan cosas imposibles, lo que fuere,
o que luchen contra todos por amor?

Ella vino con su auto deportivo
y se llevó al negro a su mansión,
él no era espía, tampoco subversivo,
solo trajo un contrabando de amor.
Poema de Rubén Sada