30 de enero de 2008

Corazón

Imagen sacada de la red, si tiene derechos de autor, mandar email y sera retirada.

Corazón herido estás triste rojo,
sin aquel vigor que yo conocía,

cuenta, dime a que se debe tu enojo

dime donde esta el rojo que tenía.

Calla, si es por mi culpa me sonrojo,
igual te he hecho daño, no quería
yo nada se, ¿dime que te ha pasado?

para mí, no recuerdo ya, olvidado.


Pepe

Corazón

Imagen sacada de la red, si tiene derechos de autor, mandar email y será retirada.


Corazón herido estás triste rojo,
sin aquel vigor que yo conocía,
cuenta, dime a que se debe tu enojo
dime dónde esta el rojo que tenía.


Calla, si es por mi culpa me sonrojo,
igual te he hecho daño, no quería
yo nada se, ¿dime que te ha pasado?
para mí, no recuerdo ya, olvidado.


Pepe

29 de enero de 2008

Soneto

Laredo-Cantabria-España

Fresca, lozana, pura y olorosa,
gala y adorno del pensil florido,
gallarda puesta sobre el ramo erguido,
fragancia esparce la naciente rosa.

Mas si el ardiente sol lumbre enojosa
vibra del can en llamas encendido,
el dulce aroma y el color perdido,
sus hojas lleva el aura presurosa.

Así brilló un momento mi vena
en alas del amor, y hermosa nube
fingí tal vez de gloria y de alegría.

Mas ¡ay! que el bien trocóse en amargura,
y deshojada por los aires sube
la dulce flor de la esperanza mía.

José de Espronceda

Soneto

Laredo-Cantabria-España

Fresca, lozana, pura y olorosa,
gala y adorno del pensil florido,
gallarda puesta sobre el ramo erguido,
fragancia esparce la naciente rosa.

Mas si el ardiente sol lumbre enojosa
vibra del can en llamas encendido,
el dulce aroma y el color perdido,
sus hojas lleva el aura presurosa.

Así brilló un momento mi vena
en alas del amor, y hermosa nube
fingí tal vez de gloria y de alegría.

Mas ¡ay! que el bien trocóse en amargura,
y deshojada por los aires sube
la dulce flor de la esperanza mía.

José de Espronceda

21 de enero de 2008

Nocturno


Los que auscultasteis el corazón de la noche,
los que por el insomnio tenaz habéis oído
el cerrar de una puerta, el resonar de un coche
lejano, un eco vago, un ligero ruido...

En los instantes del silencio misterioso,
cuando surgen de su prisión los olvidados,
en la hora de los muertos, en la hora del reposo,
sabréis leer estos versos de amargor impregnados...

Como en un vaso vierto en ellos mis dolores
de lejanos recuerdos y desgracias funestas,
y las tristes nostalgias de mi alma, ebria de flores,
y el duelo de mi corazón, triste de fiestas.

y el pesar de no ser lo que yo hubiera sido,
la pérdida del reino que estaba para mí,
el pensar que un instante pude no haber nacido,
¡y el sueño que es mi vida desde que yo nací!

Todo esto viene en medio del silencio profundo
en que la noche envuelve la terrena ilusión,
y siento como un eco del corazón del mundo
que penetra y conmueve mi propio corazón.

Rubén Dario

Nocturno


Los que auscultasteis el corazón de la noche,
los que por el insomnio tenaz habéis oído
el cerrar de una puerta, el resonar de un coche
lejano, un eco vago, un ligero ruido...

En los instantes del silencio misterioso,
cuando surgen de su prisión los olvidados,
en la hora de los muertos, en la hora del reposo,
sabréis leer estos versos de amargor impregnados...

Como en un vaso vierto en ellos mis dolores
de lejanos recuerdos y desgracias funestas,
y las tristes nostalgias de mi alma, ebria de flores,
y el duelo de mi corazón, triste de fiestas.

y el pesar de no ser lo que yo hubiera sido,
la pérdida del reino que estaba para mí,
el pensar que un instante pude no haber nacido,
¡y el sueño que es mi vida desde que yo nací!

Todo esto viene en medio del silencio profundo
en que la noche envuelve la terrena ilusión,
y siento como un eco del corazón del mundo
que penetra y conmueve mi propio corazón.

Rubén Dario

15 de enero de 2008

Mujer de lunas llenas

Imagen sacada de la red, si tiene derechos de autor, mandar email y sera retirada.

Has estado a mi lado tantos siglos,
y apenas hoy acabo de encontrarte…
No sé si te llamara amada mía,
o simplemente amante.
La amada es receptora,
como lo son los árboles
al acoger la brisa reincidente,
gentil exploradora, trashumante.
La amante es el fervor, la iniciativa,
el instinto que sabe abalanzarse,
la marea que insiste, y lame, y besa,
y al llegar se deshace.
Sé mi amante, serás amada mía,
espléndido engranaje
de émbolos y cilindros,
flexibles, rígidos o maleables.

Has estado a mi lado tantos siglos,
y apenas hoy acabo de encontrarte…

He visto lunas llenas en la noche,
soles agonizantes en la tarde,
pero no tan redondos
como los discos de tu propia carne,
trazados a compás, con el relieve
de sus centros rosáceos al aire.

Has estado a mi lado tantos siglos,
y apenas hoy acabo de encontrarte.

Ah tu avance frontal sobre mis ojos…
No pude ver los tuyos, dos estanques
de superficie límpida, serena,
a la sombra desierta de los sauces.
Perdidos en tus círculos,
olvidaron el resto del paisaje.

Mujer de lunas llenas
surgiendo del pasado, que me invades;
has estado a mi lado tantos siglos,
y hoy finalmente junto a mí renaces.


Francisco Álvarez Hidalgo

Mujer de lunas llenas

Imagen sacada de la red, si tiene derechos de autor, mandar email y sera retirada.

Has estado a mi lado tantos siglos,
y apenas hoy acabo de encontrarte…
No sé si te llamara amada mía,
o simplemente amante.
La amada es receptora,
como lo son los árboles
al acoger la brisa reincidente,
gentil exploradora, trashumante.
La amante es el fervor, la iniciativa,
el instinto que sabe abalanzarse,
la marea que insiste, y lame, y besa,
y al llegar se deshace.
Sé mi amante, serás amada mía,
espléndido engranaje
de émbolos y cilindros,
flexibles, rígidos o maleables.

Has estado a mi lado tantos siglos,
y apenas hoy acabo de encontrarte…

He visto lunas llenas en la noche,
soles agonizantes en la tarde,
pero no tan redondos
como los discos de tu propia carne,
trazados a compás, con el relieve
de sus centros rosáceos al aire.

Has estado a mi lado tantos siglos,
y apenas hoy acabo de encontrarte.

Ah tu avance frontal sobre mis ojos…
No pude ver los tuyos, dos estanques
de superficie límpida, serena,
a la sombra desierta de los sauces.
Perdidos en tus círculos,
olvidaron el resto del paisaje.

Mujer de lunas llenas
surgiendo del pasado, que me invades;
has estado a mi lado tantos siglos,
y hoy finalmente junto a mí renaces.


Francisco Álvarez Hidalgo

12 de enero de 2008

Romance de la nostalgia

Imagen sacada de la red, si tiene derechos de autor, mandar email y sera retirada.


Tu ausencia me está sangrando
Por la herida del recuerdo.
Mi juventud te persigue
Por los caminos del sueño,
Y cuando estás más distante,
Más cerca del alma siento
Que florece la nostalgia
Sobre el tallo del tormento.

Tu nombre como una espina
Llevo clavado en el pecho.
Y aunque sé que él es la causa
De este cruel desasosiego,
En vez de arrancarlo airado,
Cierro los Ojos y pienso
Que al corazón no le importa
La lógica del cerebro.

Bien sé que ya no eres mía
Y que otro se llama dueño
De ese milagro trenzado
Sobre tus negros cabellos.
Pero si tú y el destino
Cancelaron mis anhelos,
Ni él ni tú podrán quitarme
Este recuerdo moreno.

Recuerdo de aquellas horas
Que ya cayeron en el tiempo.
De esos instantes felices
Que por felices huyeron.
De la novia en cuyos ojos
Siempre vestidos de duelo,
Parecían guardar luto
Riguroso dos luceros.

Hoy no estás en mis retinas,
Pero te tengo aquí dentro,
Como una flor de nostalgia
En la solapa del sueño.
Aún te miro en la quimera,
Te persigo en el recuerdo,
Y siento crecer tu voz
En la selva del silencio.

Primera novia. Imposible
Talado en carne de ensueño.
Amor que dejó en el alma
Perfume de limonero.
Pequeña ilusión de trenzas.
Dulce milagro moreno
Que nos abrió una ventana
A los jardines del cielo.

Romance de la nostalgia.
Vago perfil de un recuerdo
Que se aferró al corazón
Para vivir como un cuento,
Al lado de Blanca Nieves,
De Aladino el Hechicero,
Y de las Hadas Madrinas,
Que miran por los luceros.

Jorge Robledo Ortiz

Romance de la nostalgia

Imagen sacada de la red, si tiene derechos de autor, mandar email y sera retirada.


Tu ausencia me está sangrando
Por la herida del recuerdo.
Mi juventud te persigue
Por los caminos del sueño,
Y cuando estás más distante,
Más cerca del alma siento
Que florece la nostalgia
Sobre el tallo del tormento.

Tu nombre como una espina
Llevo clavado en el pecho.
Y aunque sé que él es la causa
De este cruel desasosiego,
En vez de arrancarlo airado,
Cierro los Ojos y pienso
Que al corazón no le importa
La lógica del cerebro.

Bien sé que ya no eres mía
Y que otro se llama dueño
De ese milagro trenzado
Sobre tus negros cabellos.
Pero si tú y el destino
Cancelaron mis anhelos,
Ni él ni tú podrán quitarme
Este recuerdo moreno.

Recuerdo de aquellas horas
Que ya cayeron en el tiempo.
De esos instantes felices
Que por felices huyeron.
De la novia en cuyos ojos
Siempre vestidos de duelo,
Parecían guardar luto
Riguroso dos luceros.

Hoy no estás en mis retinas,
Pero te tengo aquí dentro,
Como una flor de nostalgia
En la solapa del sueño.
Aún te miro en la quimera,
Te persigo en el recuerdo,
Y siento crecer tu voz
En la selva del silencio.

Primera novia. Imposible
Talado en carne de ensueño.
Amor que dejó en el alma
Perfume de limonero.
Pequeña ilusión de trenzas.
Dulce milagro moreno
Que nos abrió una ventana
A los jardines del cielo.

Romance de la nostalgia.
Vago perfil de un recuerdo
Que se aferró al corazón
Para vivir como un cuento,
Al lado de Blanca Nieves,
De Aladino el Hechicero,
Y de las Hadas Madrinas,
Que miran por los luceros.

Jorge Robledo Ortiz

10 de enero de 2008

Varios

Para cantar tus senos,
imaginé la forma
de redondear dos veces la misma castidad.
Quise cantar "el yunque
donde forjas la vida"
y todos mis sentidos llegaron a cantar.
Entonces me di cuenta
de que el poema estaba
en el límite exacto del pecado mortal.

Jorge Robledo Ortiz

El tigre macho roza su lujuria
sobre la hembra que la espalda arquea,
su vientre sobre el lomo se recrea,
muerde la nuca en controlada furia.
Así quiero asaltarte yo en el suelo,
adosando a tu espalda mi figura,
estrujando tus senos con ternura,
y entrando a tí, mordiéndote en el pelo.

Francisco Álvarez Hidalgo

Varios

Para cantar tus senos,
imaginé la forma
de redondear dos veces la misma castidad.
Quise cantar "el yunque
donde forjas la vida"
y todos mis sentidos llegaron a cantar.
Entonces me di cuenta
de que el poema estaba
en el límite exacto del pecado mortal.

Jorge Robledo Ortiz

El tigre macho roza su lujuria
sobre la hembra que la espalda arquea,
su vientre sobre el lomo se recrea,
muerde la nuca en controlada furia.
Así quiero asaltarte yo en el suelo,
adosando a tu espalda mi figura,
estrujando tus senos con ternura,
y entrando a tí, mordiéndote en el pelo.

Francisco Álvarez Hidalgo

8 de enero de 2008

Cuando el diablo......

...no tiene nada que hacer, mata moscas con el rabo (anónimo popular), eso mismo es lo que me ha pasado a mí hoy. Después de mi paseo vespertino, sentando frente a mi LG Flatron y claro sucedió que rebuscando por ahí encontré unas plantillas, pues nada manos a la obra. Espero que os guste, de verdad, se admiten sugerencias, críticas o cualquier otro comentario para mejorar a ser posible entre todos los que me leen este blog. Gracias por estar ahí.

Cuando el diablo......

...no tiene nada que hacer, mata moscas con el rabo (anónimo popular), eso mismo es lo que me ha pasado a mí hoy. Después de mi paseo vespertino, sentando frente a mi LG Flatron y claro sucedió que rebuscando por ahí encontré unas plantillas, pues nada manos a la obra. Espero que os guste, de verdad, se admiten sugerencias, críticas o cualquier otro comentario para mejorar a ser posible entre todos los que me leen este blog. Gracias por estar ahí.

7 de enero de 2008

Te he querido tanto

Imagen sacada de la red, si tiene derechos de autor, mandar email y será retirada.

Te he querido tanto... y de tantas maneras...
que me parece imposible
inventar nuevas formas de amor.


Te he querido con timidez y dulzura,
cuando pensaba que era la única
que amaba entre los dos.


También con tristeza y añoranza,
cuando estaba sola pensando en ti,
dándome cuenta que no sabía
estar lejos de ti ni un momento.


Te he querido tanto... y de tantas maneras,
que me parece imposible que nadie
pueda llegar a quererte más que yo.


Te he querido con paciencia,
por llegar a comprenderte y hacer mías tus ideas.


Te he querido con egoísmo,
por no querer compartirte con nadie,
por miedo a perderte.


Te he querido a gritos,
cuando no escuchabas mis razones...


Te he querido con deseo, pasión,
y el ansia por hacer el amor contigo,
hasta consumirnos los dos.


Y se que tú has llegado a quererme,
por haber compartido tantas cosas.


Te he querido tanto... y de tantas maneras
que parece imposible que hoy...
haya un solo modo de amarte...
y este sea solo tu recuerdo.
Hielka

Te he querido tanto

Imagen sacada de la red, si tiene derechos de autor, mandar email y será retirada.

Te he querido tanto... y de tantas maneras...
que me parece imposible
inventar nuevas formas de amor.


Te he querido con timidez y dulzura,
cuando pensaba que era la única
que amaba entre los dos.


También con tristeza y añoranza,
cuando estaba sola pensando en ti,
dándome cuenta que no sabía
estar lejos de ti ni un momento.


Te he querido tanto... y de tantas maneras,
que me parece imposible que nadie
pueda llegar a quererte más que yo.


Te he querido con paciencia,
por llegar a comprenderte y hacer mías tus ideas.


Te he querido con egoísmo,
por no querer compartirte con nadie,
por miedo a perderte.


Te he querido a gritos,
cuando no escuchabas mis razones...


Te he querido con deseo, pasión,
y el ansia por hacer el amor contigo,
hasta consumirnos los dos.


Y se que tú has llegado a quererme,
por haber compartido tantas cosas.


Te he querido tanto... y de tantas maneras
que parece imposible que hoy...
haya un solo modo de amarte...
y este sea solo tu recuerdo.
Hielka

4 de enero de 2008

La Navidad

Siempre deberíamos estar del mismo estado de ánimo que se tiene en la Navidad, esperemos no olvidarnos de ello. Todavía en fechas, os pongo esta poesía de Pemán, recomendada eso sí por mi amiga muxica, espero que os guste.

Imagen sacada de la red, si tiene derechos de autor, mandar email y sera retirada.

La Navidad sin ti, pero contigo.
Como el volver a ser
cuando empieza a nacer
verde de vida y de memoria, el trigo.

Porque tú no estás lejos.
No sé si es que te veo o que te escucho.
Me iluminan, me templan tus reflejos.
Voy hacia ti... No puedo tardar mucho.

Pagando estrellas por salario
te escondes en las barbas torrenciales de Dios.
Recuerdo el ritmo lento de tu horario.
Humilde en la infinita paciencia del rosario:
y en la fe penetrante de tu voz.

Y el belén de su Amor,
como tú lo ponías.
Tú, la niña mayor,
la flor más pura de las flores mías.

Como es la luz del río
y el canto es de la fuente:
este cariño ardiente
es todo tuyo, a fuerza de tan mío.

José María Pemán

La Navidad

Siempre deberíamos estar del mismo estado de ánimo que se tiene en la Navidad, esperemos no olvidarnos de ello. Todavía en fechas, os pongo esta poesía de Pemán, recomendada eso sí por mi amiga muxica, espero que os guste.

Imagen sacada de la red, si tiene derechos de autor, mandar email y sera retirada.

La Navidad sin ti, pero contigo.
Como el volver a ser
cuando empieza a nacer
verde de vida y de memoria, el trigo.

Porque tú no estás lejos.
No sé si es que te veo o que te escucho.
Me iluminan, me templan tus reflejos.
Voy hacia ti... No puedo tardar mucho.

Pagando estrellas por salario
te escondes en las barbas torrenciales de Dios.
Recuerdo el ritmo lento de tu horario.
Humilde en la infinita paciencia del rosario:
y en la fe penetrante de tu voz.

Y el belén de su Amor,
como tú lo ponías.
Tú, la niña mayor,
la flor más pura de las flores mías.

Como es la luz del río
y el canto es de la fuente:
este cariño ardiente
es todo tuyo, a fuerza de tan mío.

José María Pemán

3 de enero de 2008

Mirando al mar.

Mirando al mar, es una canción de Jorge Sepulveda dedicada a la ciudad de Santander, por cierto, muy bien lograda y sino, juzguen ustedes mismos.


Bajo el palio de la luz crepuscular,
cuando el cielo va perdiendo su color,
quedo a solas
con las olas espumosas
que me mandan su rumor.

Ni un lejano barquichuelo que mirar,
ni una blanca gaviota sobre el mar...
Yo tan sólo recordando
la aventura que se fue,
la aventura
que en tus brazos amorosos disfruté,
bajo el palio sonrosado
de la luz crepuscular.

Mirando al mar soñé
que estabas junto a mí.
Mirando al mar
yo no sé qué sentí,
que acordándome de ti,
lloré.

La dicha que perdí
yo sé que ha de tornar,
y sé que ha de volver a mí
cuando yo esté mirando al mar...

Jorge Sepúlveda

Mirando al mar.

Mirando al mar, es una canción de Jorge Sepulveda dedicada a la ciudad de Santander, por cierto, muy bien lograda y sino, juzguen ustedes mismos.


Bajo el palio de la luz crepuscular,
cuando el cielo va perdiendo su color,
quedo a solas
con las olas espumosas
que me mandan su rumor.

Ni un lejano barquichuelo que mirar,
ni una blanca gaviota sobre el mar...
Yo tan sólo recordando
la aventura que se fue,
la aventura
que en tus brazos amorosos disfruté,
bajo el palio sonrosado
de la luz crepuscular.

Mirando al mar soñé
que estabas junto a mí.
Mirando al mar
yo no sé qué sentí,
que acordándome de ti,
lloré.

La dicha que perdí
yo sé que ha de tornar,
y sé que ha de volver a mí
cuando yo esté mirando al mar...

Jorge Sepúlveda

2 de enero de 2008

Oración al Año Nuevo

Imagen sacada de la red, si tiene derechos de autor, mandar email y sera retirada.


SEÑOR: para este día
de año nuevo te pido
antes que la alegría,
antes que el gozo claro y encendido,
antes que la azucena
y que las rosas,
una curiosidad ancha y serena,
un asombro pueril frente a las cosas...


Quiero que ante el afán de mi mirada,
enamorada y pura,
todo tenga un misterio de alborada
que me deslumbre a fuerza de blancura.


Quiero ser el espejo con que el río
convierte en gozo nuevo la ribera:
quiero asombrarme del estío
y enamorarme de la primavera.


Señor y Padre mío:
dame el frescor de esta pradera llana,
riégame del rocío
de tu mejor mañana.


Hazme nuevo, Señor,
y ante el cielo, y los campos y la flor,
haz que mi asombro desvelado diga:
Señor... ésta es la rosa, ésta es la espiga...
¡y esto que llevo dentro es el amor!

José María Pemán
(1898-1981)

Oración al Año Nuevo

Imagen sacada de la red, si tiene derechos de autor, mandar email y sera retirada.


SEÑOR: para este día
de año nuevo te pido
antes que la alegría,
antes que el gozo claro y encendido,
antes que la azucena
y que las rosas,
una curiosidad ancha y serena,
un asombro pueril frente a las cosas...


Quiero que ante el afán de mi mirada,
enamorada y pura,
todo tenga un misterio de alborada
que me deslumbre a fuerza de blancura.


Quiero ser el espejo con que el río
convierte en gozo nuevo la ribera:
quiero asombrarme del estío
y enamorarme de la primavera.


Señor y Padre mío:
dame el frescor de esta pradera llana,
riégame del rocío
de tu mejor mañana.


Hazme nuevo, Señor,
y ante el cielo, y los campos y la flor,
haz que mi asombro desvelado diga:
Señor... ésta es la rosa, ésta es la espiga...
¡y esto que llevo dentro es el amor!

José María Pemán
(1898-1981)

1 de enero de 2008

Las abarcas desiertas

Imagen sacada de la red, si tiene derechos de autor, mandar email y sera retirada.

Por el cinco de enero,
cada enero ponía
mi calzado cabrero
a la ventana fría.

Y encontraban los días,
que derriban las puertas,
mis abarcas vacías,
mis abarcas desiertas.

Nunca tuve zapatos,
ni trajes, ni palabras:
siempre tuve regatos,
siempre penas y cabras.

Me vistió la pobreza,
me lamió el cuerpo el río,
y del pie a la cabeza
pasto fui del rocío.

Por el cinco de enero,
para el seis, yo quería
que fuera el mundo entero
una juguetería.

Y al andar la alborada
removiendo las huertas,
mis abarcas sin nada,
mis abarcas desiertas.

Ningún rey coronado
tuvo pie, tuvo gana
para ver el calzado
de mi pobre ventana.

Toda la gente de trono,
toda gente de botas
se rió con encono
de mis abarcas rotas.

Rabié de llanto, hasta
cubrir de sal mi piel,
por un mundo de pasta
y un mundo de miel.

Por el cinco de enero,
de la majada mía
mi calzado cabrero
a la escarcha salía.

Y hacia el seis, mis miradas
hallaban en sus puertas
mis abarcas heladas,
mis abarcas desiertas.

Miguel Hernández

Las abarcas desiertas

Imagen sacada de la red, si tiene derechos de autor, mandar email y sera retirada.

Por el cinco de enero,
cada enero ponía
mi calzado cabrero
a la ventana fría.

Y encontraban los días,
que derriban las puertas,
mis abarcas vacías,
mis abarcas desiertas.

Nunca tuve zapatos,
ni trajes, ni palabras:
siempre tuve regatos,
siempre penas y cabras.

Me vistió la pobreza,
me lamió el cuerpo el río,
y del pie a la cabeza
pasto fui del rocío.

Por el cinco de enero,
para el seis, yo quería
que fuera el mundo entero
una juguetería.

Y al andar la alborada
removiendo las huertas,
mis abarcas sin nada,
mis abarcas desiertas.

Ningún rey coronado
tuvo pie, tuvo gana
para ver el calzado
de mi pobre ventana.

Toda la gente de trono,
toda gente de botas
se rió con encono
de mis abarcas rotas.

Rabié de llanto, hasta
cubrir de sal mi piel,
por un mundo de pasta
y un mundo de miel.

Por el cinco de enero,
de la majada mía
mi calzado cabrero
a la escarcha salía.

Y hacia el seis, mis miradas
hallaban en sus puertas
mis abarcas heladas,
mis abarcas desiertas.

Miguel Hernández