30 de junio de 2008

El soneto de rigor



Tal vez haya un rigor para encontrarte
el corazón de rosa rigurosa
ya que hablando en rigor no es poca cosa
que tu rigor de rosa no te harte. 

Rosa que estás aquí o en cualquier parte
con tu rigor de pétalos, qué sosa
es tu fórmula intacta, tan hermosa
que ya es de rigor desprestigiarte. 

Así que abandonándote en tus ramos
o dejándote al borde del camino
aplicarte el rigor es lo mejor. 

Y el rigor no permite que te hagamos
liras ni odas cual floreros, sino
apenas el soneto de rigor.

Mario Benedetti

26 de junio de 2008

Me gustaría

Imagen sacada de la red.

Me gustaría gritarlo... A los cuatro vientos,
por los siete mares,
por los cinco continentes,
Cuánto te amo.
Quisiera contarle al primero que pasa,
lo que me está pasando,
lo que siento por ti.
Me gustaría escribirlo en la corteza de los árboles,
en los muros de los edificios,
en las veredas de las ciudades más transitadas,
en el viento, en el agua,
en el aire húmedo de la noche,
en los vidrios empañados de los autos,
en las mesas de los bares.
en los pizarrones de todas las escuelas,
en los cuadernos de los alumnos.
Me gustaría publicarlo en los diarios,
difundirlo por la radio,
publicitarlo en la televisión, en los afiches,
en los folletos turísticos,
en las marquesinas de todos los teatros,
y de todos los cines.
Quisiera que el mundo entero supiese
cuánto te amo.
Tanto amor no puede ser anónimo,
tiene nombre y apellido,
tiene cosas que decir,
y canciones que cantar,
no se merece vivir a la sombra,
amarse en silencio,
viajar de polizón.
Este amor escondido
algún día saldrá a la luz del día
y ese día, amor mío...
Todas las mañanas serán tuyas,
te lo prometo y te lo firmo,
confía en mí, amante mía.
Y te llevaré por los caminos
como una bandera al viento.
Pero ahora no... No puedo,
tengo miedo... Y tú sabes por qué.
Gian Franco Pagliaro

Me gustaría

Imagen sacada de la red.

Me gustaría gritarlo... A los cuatro vientos,
por los siete mares,
por los cinco continentes,
Cuánto te amo.
Quisiera contarle al primero que pasa,
lo que me está pasando,
lo que siento por ti.
Me gustaría escribirlo en la corteza de los árboles,
en los muros de los edificios,
en las veredas de las ciudades más transitadas,
en el viento, en el agua,
en el aire húmedo de la noche,
en los vidrios empañados de los autos,
en las mesas de los bares.
en los pizarrones de todas las escuelas,
en los cuadernos de los alumnos.
Me gustaría publicarlo en los diarios,
difundirlo por la radio,
publicitarlo en la televisión, en los afiches,
en los folletos turísticos,
en las marquesinas de todos los teatros,
y de todos los cines.
Quisiera que el mundo entero supiese
cuánto te amo.
Tanto amor no puede ser anónimo,
tiene nombre y apellido,
tiene cosas que decir,
y canciones que cantar,
no se merece vivir a la sombra,
amarse en silencio,
viajar de polizón.
Este amor escondido
algún día saldrá a la luz del día
y ese día, amor mío...
Todas las mañanas serán tuyas,
te lo prometo y te lo firmo,
confía en mí, amante mía.
Y te llevaré por los caminos
como una bandera al viento.
Pero ahora no... No puedo,
tengo miedo... Y tú sabes por qué.
Gian Franco Pagliaro

21 de junio de 2008

Gracias

por vuestros comentarios, los he seguido al pie de la letra y lo he pasado muy bien. Besitos

Gracias

por vuestros comentarios, los he seguido al pie de la letra y lo he pasado muy bien. Besitos

4 de junio de 2008

Cuando la materia pesa

Entonces Papá se encerró en sus nostalgias, y mamá lloraba de cuando en cuando el verbo le saboreaba el alma, y ella se dormía para no volver . Le rimaban las rimas cutáneas, le erizaba la piel ese toque musical capaz de mover las frías fibras de su ser a fuego emotivo de un rojo atardecer. Las metáforas hechas añicos por el polvo de las dudas, su beneficio solicitado que pedía ayuda. La falta de racionalidad le carcomía el cerebro, y aparecía en escena el que turba sus sueños .Quisiera escucharas mi voz, decía el clamor combinado con mentiras. La eterna ayuda que jamás negarían. Y su nombre agotado en los llantos y amaneceres compulsivos, retratados en horas de viaje, penas y olvido. Seguro el amor era la bandera concreta, lo aprovechaba a su antojo de forma indiscreta, y contar lo que había sucedido no era su lucha, sólo la tinta en los versos le gritaba tantas cosas.. malévolas cicatrices aparatosas e hirientes, papa preguntaba,¿Acaso ya no sientes? un sitio, cruzada y armadura para defender los miedos de vasta envergadura y lo diría era hora de comenzar, aún el daño la golpeaba para no regresar. Comenzó un día en que los años flaqueaban, la muerte quizás la solución más cercana, blanco color ascendente a marrón se deslizaba por las ventanas de la habitación, mamá esperaba las 12 como todos los días, con ese gesto amoroso, con un montón de sueños rotos. Aseguraba que “Andresito” se mataría alguna vez .. Un jueves llegaba a su encuentro la gota que rebasaba el vaso que el mismo llenó con las manos atadas y una interrogante vecinal. Andrés era esposado contra su voluntad, llegaban a su hogar a constatar domicilio, mientras mamá sostenía en los brazos a un tierno chiquillo. Sorprendida le mostraban la placa policial, aquel signo que demostraba su ambigua culpabilidad. Llegaba la hora de marcharse al cruel destino. Delgado hilo de lo indigno, pasado el tiempo ni el mismo se reconocía, sólo actuando por el desvarío que lentamente lo consumía. Y mamá recordaba los días de antaño, evocaba historias, tiernos cuentos. Cuando el pequeño primogénito jugaba a los soldados, cuando la tristeza era tan sólo un poco de barro. Su cabeza engañada por los acontecimientos se asomaba un rayo en este cruel momento. Y entre las paredes los gritos de una pesadilla que no quería despertar, llegaban al sensible corazón de Papá. Atemorizados por todo, por la nada. Por la misteriosa forma retratada, siendo más que un cuento, una realidad no deseada .Alejando los lazos, endureciendo la mirada. 24 de Septiembre, a lo lejos una guitarra, la cover de génesis que le llegaba al alma .Ya serían 3 los años y contando siquiera. Andrés huye del camino, se aleja de la tierra. La esencia lo cubre con su extraña quimera. Andrés ha partido, ya no habrá tristezas... “Tantas nostalgias aprendidas en el valor de los sucesos, más fuerte te hace el momento de llegar al encuentro mortífero ,tantas veces que pesa la materia en el cuerpo, y nos cansamos .Agonizando en el breve espacio flagelando el silencio, liberando las pesadillas de lo que jamás hablamos. Perdón por una causa que no era mía, perdón por volar hacia una guarida que no sé si existe. 24 de septiembre, ¿la historia continúa? Andrés se despide con esta carta, mamá llora de una forma cotidiana. Papá la abraza para resistir, ella con una mueca de silencio se aleja de los versos ,el papel en sus manos se convierte en recuerdo..

Foto: Atardecer en Laredo (Cantabria)

Cuando la materia pesa

Entonces Papá se encerró en sus nostalgias, y mamá lloraba de cuando en cuando el verbo le saboreaba el alma, y ella se dormía para no volver . Le rimaban las rimas cutáneas, le erizaba la piel ese toque musical capaz de mover las frías fibras de su ser a fuego emotivo de un rojo atardecer. Las metáforas hechas añicos por el polvo de las dudas, su beneficio solicitado que pedía ayuda. La falta de racionalidad le carcomía el cerebro, y aparecía en escena el que turba sus sueños .Quisiera escucharas mi voz, decía el clamor combinado con mentiras. La eterna ayuda que jamás negarían. Y su nombre agotado en los llantos y amaneceres compulsivos, retratados en horas de viaje, penas y olvido. Seguro el amor era la bandera concreta, lo aprovechaba a su antojo de forma indiscreta, y contar lo que había sucedido no era su lucha, sólo la tinta en los versos le gritaba tantas cosas.. malévolas cicatrices aparatosas e hirientes, papa preguntaba,¿Acaso ya no sientes? un sitio, cruzada y armadura para defender los miedos de vasta envergadura y lo diría era hora de comenzar, aún el daño la golpeaba para no regresar. Comenzó un día en que los años flaqueaban, la muerte quizás la solución más cercana, blanco color ascendente a marrón se deslizaba por las ventanas de la habitación, mamá esperaba las 12 como todos los días, con ese gesto amoroso, con un montón de sueños rotos. Aseguraba que “Andresito” se mataría alguna vez .. Un jueves llegaba a su encuentro la gota que rebasaba el vaso que el mismo llenó con las manos atadas y una interrogante vecinal. Andrés era esposado contra su voluntad, llegaban a su hogar a constatar domicilio, mientras mamá sostenía en los brazos a un tierno chiquillo. Sorprendida le mostraban la placa policial, aquel signo que demostraba su ambigua culpabilidad. Llegaba la hora de marcharse al cruel destino. Delgado hilo de lo indigno, pasado el tiempo ni el mismo se reconocía, sólo actuando por el desvarío que lentamente lo consumía. Y mamá recordaba los días de antaño, evocaba historias, tiernos cuentos. Cuando el pequeño primogénito jugaba a los soldados, cuando la tristeza era tan sólo un poco de barro. Su cabeza engañada por los acontecimientos se asomaba un rayo en este cruel momento. Y entre las paredes los gritos de una pesadilla que no quería despertar, llegaban al sensible corazón de Papá. Atemorizados por todo, por la nada. Por la misteriosa forma retratada, siendo más que un cuento, una realidad no deseada .Alejando los lazos, endureciendo la mirada. 24 de Septiembre, a lo lejos una guitarra, la cover de génesis que le llegaba al alma .Ya serían 3 los años y contando siquiera. Andrés huye del camino, se aleja de la tierra. La esencia lo cubre con su extraña quimera. Andrés ha partido, ya no habrá tristezas... “Tantas nostalgias aprendidas en el valor de los sucesos, más fuerte te hace el momento de llegar al encuentro mortífero ,tantas veces que pesa la materia en el cuerpo, y nos cansamos .Agonizando en el breve espacio flagelando el silencio, liberando las pesadillas de lo que jamás hablamos. Perdón por una causa que no era mía, perdón por volar hacia una guarida que no sé si existe. 24 de septiembre, ¿la historia continúa? Andrés se despide con esta carta, mamá llora de una forma cotidiana. Papá la abraza para resistir, ella con una mueca de silencio se aleja de los versos ,el papel en sus manos se convierte en recuerdo..

Foto: Atardecer en Laredo (Cantabria)

2 de junio de 2008

No dudo de tu amor

Imagen sacada de la red

Una simple mirada,

una dulce caricia,

un tierno beso …

Las palabras

que de tu corazón

nacen con pasión.

El simple hecho

de que me dediques

horas de tu vida,

que las compartas conmigo.

Con todo eso

y mucho más,

puedo sentir y ver

que me amas

que me quieres

como a nadie.


Por el miedo de perderte,

más de una vez me pregunto,

te pregunto,

si a mi lado por siempre estarás.


Noche oscura, cielo cristalino,

ángeles que la cuidan

y le dan mimos.

En tus manos

entregué mi corazón,

entregué mi vida,

mi respiración.

Me pides, me rogas

que jamás vuelva a dudar

de tu amor.

Pues con solo decirte

que no lo dudo,

si no que tengo miedo

de perderte, corazón.

Pues no lo dudo,

creo tus palabras, confío en ti,

en tus sentimientos hacia mi.

En este escrito,

en estas palabras,

te prometo que jamás

volveré a cuestionar

el hecho de que estés

por siempre junto a mi.

Y en un último intento

antes de romper a llorar

te digo …

Cuando en el cielo

no haya estrellas,

cuando el agua deje de existir,

en ese instante morirá mi amor por ti.

Miguel cariño te quiero, perdoname, te amo.




No dudo de tu amor

Imagen sacada de la red

Una simple mirada,

una dulce caricia,

un tierno beso …

Las palabras

que de tu corazón

nacen con pasión.

El simple hecho

de que me dediques

horas de tu vida,

que las compartas conmigo.

Con todo eso

y mucho más,

puedo sentir y ver

que me amas

que me quieres

como a nadie.


Por el miedo de perderte,

más de una vez me pregunto,

te pregunto,

si a mi lado por siempre estarás.


Noche oscura, cielo cristalino,

ángeles que la cuidan

y le dan mimos.

En tus manos

entregué mi corazón,

entregué mi vida,

mi respiración.

Me pides, me rogas

que jamás vuelva a dudar

de tu amor.

Pues con solo decirte

que no lo dudo,

si no que tengo miedo

de perderte, corazón.

Pues no lo dudo,

creo tus palabras, confío en ti,

en tus sentimientos hacia mi.

En este escrito,

en estas palabras,

te prometo que jamás

volveré a cuestionar

el hecho de que estés

por siempre junto a mi.

Y en un último intento

antes de romper a llorar

te digo …

Cuando en el cielo

no haya estrellas,

cuando el agua deje de existir,

en ese instante morirá mi amor por ti.

Miguel cariño te quiero, perdoname, te amo.