Una simple mirada,
una dulce caricia,
un tierno beso …
Las palabras
que de tu corazón
nacen con pasión.
El simple hecho
de que me dediques
horas de tu vida,
que las compartas conmigo.
Con todo eso
y mucho más,
puedo sentir y ver
que me amas
que me quieres
como a nadie.
Por el miedo de perderte,
más de una vez me pregunto,
te pregunto,
si a mi lado por siempre estarás.
Noche oscura, cielo cristalino,
ángeles que la cuidan
y le dan mimos.
En tus manos
entregué mi corazón,
entregué mi vida,
mi respiración.
Me pides, me rogas
que jamás vuelva a dudar
de tu amor.
Pues con solo decirte
que no lo dudo,
si no que tengo miedo
de perderte, corazón.
Pues no lo dudo,
creo tus palabras, confío en ti,
en tus sentimientos hacia mi.
En este escrito,
en estas palabras,
te prometo que jamás
volveré a cuestionar
el hecho de que estés
por siempre junto a mi.
Y en un último intento
antes de romper a llorar
te digo …
Cuando en el cielo
no haya estrellas,
cuando el agua deje de existir,
en ese instante morirá mi amor por ti.
Miguel cariño te quiero, perdoname, te amo.