23 de julio de 2010

Siete poemas

Soledad

Soledad trascendiendo a la soledad,
en toda inimaginable circunstancia,
no infringe dolor y sólo acompaña
para hacerte especialmente recordar...

la importancia del evento esencial,
singularmente hermoso y encantado,
si hubiese sido plenamente disfrutado
en la compañía de aquel ser especial.

¡Maldita Soledad! Tú que todo lo sabes,
y no cesas en tu insistente parlotear...
Ya, un día de estos, aparecerá aquel ser
y con la magia del amor te hará silenciar...



Insinuaciones

Insinuaciones, delicadas insinuaciones...
Dulce acción de camuflarse en tu color,
melificando cándidamente las emociones...
¡Muy dulce, casi tan dulce como tu voz!

Insinuaciones, serpenteantes senderos
que se orientan mansamente hacia tu luz,
la belleza de la seducción en pleno vuelo...
¡Infinitamente bella, casi tanto como tú!

Insinuaciones involuntarias y deliciosas
desde los elogios sinceros y muy osados
a las sonrisas cómplices y muy deseosas...
¡Qué pena, hoy estás tan lejos de mi lado!



Enamorarse

Diálogos sentidos mas no escuchados.
Todas coincidencias alentando a favor.
Suaves labios que modulan embelesados
intuyendo la inminente venida del amor.

Con la ilusión latiendo en las sienes,
libero al pasar la pregunta inesperada:
“Dime, por favor... ¿Tú me quieres?”
-La pronta respuesta se maquilla de nada-

Remolinos de emoción en tu pecho,
resulta tan pronto, resulta tan fuerte...
Imposible contener la verdad al acecho:
“¡Sí y tanto que echada esta mi suerte!”



Tenerse

Tenerse en lo humano y en lo sublime,
en la diáfana fantasía y en la razón...
Tenerse en la sangre y en lo sensible,
unidos y eternos en nuestra unción.

Tenerse en la boca y en los suspiros,
en la azul esperanza y en la ilusión...
Tenerse en el aire y en cada latido,
reclamo desesperado del corazón.

Tenerse en la piel y en los sentidos,
en el pensamiento y en la emoción...
Tenerse en el alma y en cada camino,
sin más prioridad que esta obsesión.



Encanto

Unión celestial que liberta el encanto,
saetas de magia, ninfas, ternuras en flor...
besos gloriosos, entonando místico canto,
se abrasan y renacen en su mismo ardor.

Rindiendo al éxtasis sensual pleitesía:
caricias y lágrimas, labios y agitación,
comuniones etéreas, noches de fantasía...
¡Esclavos de una voluptuosa conmoción!

Las manos enlazadas a un mismo deseo.
Los deseos enlazados a un mismo fervor.
Un encuentro humano, hermoso y cierto,
bendecido en la gloria de nuestra pasión.



Poemas

Cuando la exaltación se traduce en poemas,
en el amor, deambula majestuoso el placer;
en el corazón, resucita el espíritu del poeta;
y en el espejo de la poesía, reflejos de mujer.



Enamorados

Ahora, los días son más claros y tiernos;
absoluta es la devoción en cada llamado,
la vida, un arco iris de matices perfectos:
¡Enamorados, profundamente enamorados!


(Fabián Ruiz)

Siete poemas

Soledad

Soledad trascendiendo a la soledad,
en toda inimaginable circunstancia,
no infringe dolor y sólo acompaña
para hacerte especialmente recordar...

la importancia del evento esencial,
singularmente hermoso y encantado,
si hubiese sido plenamente disfrutado
en la compañía de aquel ser especial.

¡Maldita Soledad! Tú que todo lo sabes,
y no cesas en tu insistente parlotear...
Ya, un día de estos, aparecerá aquel ser
y con la magia del amor te hará silenciar...



Insinuaciones

Insinuaciones, delicadas insinuaciones...
Dulce acción de camuflarse en tu color,
melificando cándidamente las emociones...
¡Muy dulce, casi tan dulce como tu voz!

Insinuaciones, serpenteantes senderos
que se orientan mansamente hacia tu luz,
la belleza de la seducción en pleno vuelo...
¡Infinitamente bella, casi tanto como tú!

Insinuaciones involuntarias y deliciosas
desde los elogios sinceros y muy osados
a las sonrisas cómplices y muy deseosas...
¡Qué pena, hoy estás tan lejos de mi lado!



Enamorarse

Diálogos sentidos mas no escuchados.
Todas coincidencias alentando a favor.
Suaves labios que modulan embelesados
intuyendo la inminente venida del amor.

Con la ilusión latiendo en las sienes,
libero al pasar la pregunta inesperada:
“Dime, por favor... ¿Tú me quieres?”
-La pronta respuesta se maquilla de nada-

Remolinos de emoción en tu pecho,
resulta tan pronto, resulta tan fuerte...
Imposible contener la verdad al acecho:
“¡Sí y tanto que echada esta mi suerte!”



Tenerse

Tenerse en lo humano y en lo sublime,
en la diáfana fantasía y en la razón...
Tenerse en la sangre y en lo sensible,
unidos y eternos en nuestra unción.

Tenerse en la boca y en los suspiros,
en la azul esperanza y en la ilusión...
Tenerse en el aire y en cada latido,
reclamo desesperado del corazón.

Tenerse en la piel y en los sentidos,
en el pensamiento y en la emoción...
Tenerse en el alma y en cada camino,
sin más prioridad que esta obsesión.



Encanto

Unión celestial que liberta el encanto,
saetas de magia, ninfas, ternuras en flor...
besos gloriosos, entonando místico canto,
se abrasan y renacen en su mismo ardor.

Rindiendo al éxtasis sensual pleitesía:
caricias y lágrimas, labios y agitación,
comuniones etéreas, noches de fantasía...
¡Esclavos de una voluptuosa conmoción!

Las manos enlazadas a un mismo deseo.
Los deseos enlazados a un mismo fervor.
Un encuentro humano, hermoso y cierto,
bendecido en la gloria de nuestra pasión.



Poemas

Cuando la exaltación se traduce en poemas,
en el amor, deambula majestuoso el placer;
en el corazón, resucita el espíritu del poeta;
y en el espejo de la poesía, reflejos de mujer.



Enamorados

Ahora, los días son más claros y tiernos;
absoluta es la devoción en cada llamado,
la vida, un arco iris de matices perfectos:
¡Enamorados, profundamente enamorados!


(Fabián Ruiz)

16 de julio de 2010

La caricia perdida


Imagen sacada de la red

Se me va de los dedos la caricia sin causa,
se me va de los dedos... En el viento, al pasar,
la caricia que vaga sin destino ni objeto,
la caricia perdida ¿quién la recogerá?

Pude amar esta noche con piedad infinita,
pude amar al primero que acertara a llegar.
Nadie llega. Están solos los floridos senderos.
La caricia perdida, rodará... rodará...

Si en los ojos te besan esta noche, viajero,
si estremece las ramas un dulce suspirar,
si te oprime los dedos una mano pequeña
que te toma y te deja, que te logra y se va.

Si no ves esa mano, ni esa boca que besa,
si es el aire quien teje la ilusión de besar,
oh, viajero, que tienes como el cielo los ojos,
en el viento fundida, ¿me reconocerás?

Alfonsina Storni

7 de julio de 2010

A la mar

Mediterráneo by Pepe

La voluntad de Dios por grillos tienes,
y escrita en la arena, ley te humilla;
y por besarla llegas a la orilla,
mar obediente, a fuerza de vaivenes.

En tu soberbia misma te detienes,
que humilde eres bastante a resistilla;
a ti misma tu cárcel maravilla,
rica, por nuestro mal, de nuestros bienes.

¿Quién dio al pino y la haya atrevimiento
de ocupar a los peces su morada,
y al Lino de estorbar el paso al viento?

Sin duda el verte presa, encarcelada,
la codicia del oro macilento,
ira de Dios al hombre encaminada.

Francisco de Quevedo

A la mar



Entre palmas y llanto
Estoy que espanto
Dame alegría y no pena
Para vencer la pandemia
Señor del Cielo
Echanos un manto
Que no sea un simple velo
Lo estamos necesitando
Con ahínco y mucho anhelo.

La voluntad de Dios por grillos tienes,
y escrita en la arena, ley te humilla;
y por besarla llegas a la orilla,
mar obediente, a fuerza de vaivenes.

En tu soberbia misma te detienes,
que humilde eres bastante a resistilla;
a ti misma tu cárcel maravilla,
rica, por nuestro mal, de nuestros bienes.
¿Quién dio al pino y la haya atrevimiento
de ocupar a los peces su morada,
y al Lino de estorbar el paso al viento.
Sin duda el verte presa, encarcelada,
la codicia del oro macilento,
ira de Dios al hombre encaminada.

Francisco de Quevedo