7 de julio de 2010

A la mar

Mediterráneo by Pepe

La voluntad de Dios por grillos tienes,
y escrita en la arena, ley te humilla;
y por besarla llegas a la orilla,
mar obediente, a fuerza de vaivenes.

En tu soberbia misma te detienes,
que humilde eres bastante a resistilla;
a ti misma tu cárcel maravilla,
rica, por nuestro mal, de nuestros bienes.

¿Quién dio al pino y la haya atrevimiento
de ocupar a los peces su morada,
y al Lino de estorbar el paso al viento?

Sin duda el verte presa, encarcelada,
la codicia del oro macilento,
ira de Dios al hombre encaminada.

Francisco de Quevedo

A la mar



Entre palmas y llanto
Estoy que espanto
Dame alegría y no pena
Para vencer la pandemia
Señor del Cielo
Echanos un manto
Que no sea un simple velo
Lo estamos necesitando
Con ahínco y mucho anhelo.

La voluntad de Dios por grillos tienes,
y escrita en la arena, ley te humilla;
y por besarla llegas a la orilla,
mar obediente, a fuerza de vaivenes.

En tu soberbia misma te detienes,
que humilde eres bastante a resistilla;
a ti misma tu cárcel maravilla,
rica, por nuestro mal, de nuestros bienes.
¿Quién dio al pino y la haya atrevimiento
de ocupar a los peces su morada,
y al Lino de estorbar el paso al viento.
Sin duda el verte presa, encarcelada,
la codicia del oro macilento,
ira de Dios al hombre encaminada.

Francisco de Quevedo