29 de diciembre de 2012

Los besos



Sorprendente tu clase sobre el beso mexicano. Y.... todo eso sale de mezclar y agitar esto otro?
Los besos esquimales son en los te que rozan la nariz, son besos juguetones e ingenuos.
Los de mariposa son suaves, los labios apenas te rozan, dejan la puerta abierta para la imaginación y la intuición. Son leves aleteos que exploran tu cuerpo.
Los de campanilla son como ella, tenaz y consciente. Se inician en tu cuello y lo van recorriendo trazando rutas infinitas, se desplazan hasta tus orejas y anidan en su perfil. Descienden a tu pecho y juguetean con él.
Los de amor voy a obviar explicarlos, supongo que los conoces bien.
Los de tornillo son sensuales, los cuerpos se enredan y las lenguas exploran cavidades húmedas. Son besos salvajes, desbocados y extensos, te dejan agotado, nunca se cansan de conocer geografías ajenas. Son entregados y brutales. Nunca se olvidan.
Creo que los franceses pasaré de ellos pues creo recordar, mon cher ami, que te licenciaste cum laude.
Y en cuanto al negro es aquel que sólo se da cuando la intimidad es mucha, recorre lugares escondidos y hay una total y completa unión entre ambos. Es un beso cómplice y sexual, posterior a miles de juegos donde se dibuja la arquitectura de dos cuerpos y donde se ordenan rectas y curvas en un diseño infinito.
De todos modos te mando un beso español!!!

Gracias.......Anónimo, espero mas tuyos.

Los besos



Sorprendente tu clase sobre el beso mexicano. Y.... todo eso sale de mezclar y agitar esto otro?
Los besos esquimales son en los te que rozan la nariz, son besos juguetones e ingenuos.
Los de mariposa son suaves, los labios apenas te rozan, dejan la puerta abierta para la imaginación y la intuición. Son leves aleteos que exploran tu cuerpo.
Los de campanilla son como ella, tenaz y consciente. Se inician en tu cuello y lo van recorriendo trazando rutas infinitas, se desplazan hasta tus orejas y anidan en su perfil. Descienden a tu pecho y juguetean con él.
Los de amor voy a obviar explicarlos, supongo que los conoces bien.
Los de tornillo son sensuales, los cuerpos se enredan y las lenguas exploran cavidades húmedas. Son besos salvajes, desbocados y extensos, te dejan agotado, nunca se cansan de conocer geografías ajenas. Son entregados y brutales. Nunca se olvidan.
Creo que los franceses pasaré de ellos pues creo recordar, mon cher ami, que te licenciaste cum laude.
Y en cuanto al negro es aquel que sólo se da cuando la intimidad es mucha, recorre lugares escondidos y hay una total y completa unión entre ambos. Es un beso cómplice y sexual, posterior a miles de juegos donde se dibuja la arquitectura de dos cuerpos y donde se ordenan rectas y curvas en un diseño infinito.
De todos modos te mando un beso español!!!

Gracias.......Anónimo, espero mas tuyos.

26 de diciembre de 2012

Nueva mujer



Ha llegado una nueva mujer al vecindario,
dos hijos y tres perros, y un marido elusivo;
la mujer, de cuarenta, tiene cierto atractivo;
tomo nota de entradas, de salidas, de horario.

La mujer, de cuarenta, camina con la airosa,
sosegada cadencia de quien no tiene prisa;
sabe mirar de frente, y esboza una sonrisa
que atraviesa la calle. Parece casi hermosa.

La mujer, de cuarenta, tiene cintura breve,
firmes senos redondos, caderas ondulantes…
¿Cómo pude mirarla sin llegar a ver antes
la exquisitez y el ritmo con que al andar se mueve?

La mujer, de cuarenta, se me va apoderando
de una zona del alma, y un rincón de la piel;
en sus labios de grana y en sus ojos de miel
parece haber un brindis que se va insinuando.

La mujer, de cuarenta, se ha tornado en marea
que ha invadido mi playa; la miro cada día
directa, intensamente, y ella me desafía
manteniendo la vista, como quien lo plantea.

La mujer, de cuarenta, me ha invitado a su casa.
El marido, al trabajo, los niños en la escuela.
Y en alcoba de espejos al fin se me revela
su desnudez espléndida, que me envuelve y abrasa.

Francisco Álvarez Hidalgo

Nueva mujer



Ha llegado una nueva mujer al vecindario,
dos hijos y tres perros, y un marido elusivo;
la mujer, de cuarenta, tiene cierto atractivo;
tomo nota de entradas, de salidas, de horario.

La mujer, de cuarenta, camina con la airosa,
sosegada cadencia de quien no tiene prisa;
sabe mirar de frente, y esboza una sonrisa
que atraviesa la calle. Parece casi hermosa.

La mujer, de cuarenta, tiene cintura breve,
firmes senos redondos, caderas ondulantes…
¿Cómo pude mirarla sin llegar a ver antes
la exquisitez y el ritmo con que al andar se mueve?

La mujer, de cuarenta, se me va apoderando
de una zona del alma, y un rincón de la piel;
en sus labios de grana y en sus ojos de miel
parece haber un brindis que se va insinuando.

La mujer, de cuarenta, se ha tornado en marea
que ha invadido mi playa; la miro cada día
directa, intensamente, y ella me desafía
manteniendo la vista, como quien lo plantea.

La mujer, de cuarenta, me ha invitado a su casa.
El marido, al trabajo, los niños en la escuela.
Y en alcoba de espejos al fin se me revela
su desnudez espléndida, que me envuelve y abrasa.

Francisco Álvarez Hidalgo

17 de diciembre de 2012

En la doliente soledad del domingo



Aquí estoy,
desnuda,
sobre las sábanas solitarias
de esta cama donde te deseo.

Veo mi cuerpo,
liso y rosado en el espejo,
mi cuerpo
que fue ávido territorio de tus besos,
este cuerpo lleno de recuerdos
de tu desbordada pasión
sobre el que peleaste sudorosas batallas
en largas noches de quejidos y risas
y ruidos de mis cuevas interiores.

Veo mis pechos
que acomodabas sonriendo
en la palma de tu mano,
que apretabas como pájaros pequeños
en tus jaulas de cinco barrotes,
mientras una flor se me encendía
y paraba su dura corola
contra tu carne dulce.

Veo mis piernas,
largas y lentas conocedoras de tus caricias,
que giraban rápidas y nerviosas sobre sus goznes
para abrirte el sendero de la perdición
hacia mi mismo centro
y la suave vegetación del monte
donde urdiste sordos combates
coronados de gozo,
anunciados por descargas de fusilerías
y truenos primitivos.

Me veo y no me estoy viendo,
es un espejo de vos el que se extiende doliente
sobre esta soledad de domingo,
un espejo rosado,
un molde hueco buscando su otro hemisferio.
Llueve copiosamente
sobre mi cara
y sólo pienso en tu lejano amor
mientras cobijo
con todas mis fuerzas,
la esperanza.


Gioconda Belli

En la doliente soledad del domingo



Aquí estoy,
desnuda,
sobre las sábanas solitarias
de esta cama donde te deseo.

Veo mi cuerpo,
liso y rosado en el espejo,
mi cuerpo
que fue ávido territorio de tus besos,
este cuerpo lleno de recuerdos
de tu desbordada pasión
sobre el que peleaste sudorosas batallas
en largas noches de quejidos y risas
y ruidos de mis cuevas interiores.

Veo mis pechos
que acomodabas sonriendo
en la palma de tu mano,
que apretabas como pájaros pequeños
en tus jaulas de cinco barrotes,
mientras una flor se me encendía
y paraba su dura corola
contra tu carne dulce.

Veo mis piernas,
largas y lentas conocedoras de tus caricias,
que giraban rápidas y nerviosas sobre sus goznes
para abrirte el sendero de la perdición
hacia mi mismo centro
y la suave vegetación del monte
donde urdiste sordos combates
coronados de gozo,
anunciados por descargas de fusilerías
y truenos primitivos.

Me veo y no me estoy viendo,
es un espejo de vos el que se extiende doliente
sobre esta soledad de domingo,
un espejo rosado,
un molde hueco buscando su otro hemisferio.
Llueve copiosamente
sobre mi cara
y sólo pienso en tu lejano amor
mientras cobijo
con todas mis fuerzas,
la esperanza.


Gioconda Belli

12 de diciembre de 2012

El amor se acaba



El amor se acaba poco a poco,
los minutos son eternidad,
los sentimientos cambia de estado
y tu no te das cuenta de lo que sucede....

El amor se acaba...
los sentimientos de amor,
se convierte en odio profundo..

Mis ojos se llena de lagrimas,

pero no de alegria sino de pena
de pena porque muere por este amor...

El amor se acaba...

y mi corazón esta cansado,
no sabe si podra sentir felicidad
o se morirá de tristeza...

hoy era un día especial,

estaba llena de felicidad
mis ojos brillaba como jamás,
y en mi rostro una sonrisa gobernaba...

Pero llegaste tu y me hiciste sentir...

que ya nada podia seguir igual,
Y el amor se acaba...y se va,
y nunca volverá....


Jessica Púa Castillo

El amor se acaba



El amor se acaba poco a poco,
los minutos son eternidad,
los sentimientos cambia de estado
y tu no te das cuenta de lo que sucede....

El amor se acaba...
los sentimientos de amor,
se convierte en odio profundo..

Mis ojos se llena de lagrimas,

pero no de alegria sino de pena
de pena porque muere por este amor...

El amor se acaba...

y mi corazón esta cansado,
no sabe si podra sentir felicidad
o se morirá de tristeza...

hoy era un día especial,

estaba llena de felicidad
mis ojos brillaba como jamás,
y en mi rostro una sonrisa gobernaba...

Pero llegaste tu y me hiciste sentir...

que ya nada podia seguir igual,
Y el amor se acaba...y se va,
y nunca volverá....


Jessica Púa Castillo

5 de diciembre de 2012

 


Envuélveme.....No temas.
Ante tu fuego vivo
mi carne se deslumbra,
y surge castamente
entre el temblor rosado
de mi liviano traje
para poder ser tuya.
¿No aspiras en el aire
una fragancia débil
que enerva y que conturba?
¿No sientes que tu aliento
se prende como un velo
de sombra en mi cintura?...
Ya ves que hasta mis ojos
en esta noche tienen
fulguración oscura,
y en tus rodillas firmes
mis manos se desgranan
como rosas maduras.
Y al enredar tus dedos
en mis cabellos claros
siento extraña frescura,
mientras caen tus besos
en mi boca sedienta
con la humedad fragante
que se raja una fruta.
Aspírame despacio....
Iniciaré mi entrega
sobre tu carne oscura,
y me alzaré del fuego
santificada y bella
como se alza del mármol
una estatua desnuda.


Laura Victoria
 


Envuélveme.....No temas.
Ante tu fuego vivo
mi carne se deslumbra,
y surge castamente
entre el temblor rosado
de mi liviano traje
para poder ser tuya.
¿No aspiras en el aire
una fragancia débil
que enerva y que conturba?
¿No sientes que tu aliento
se prende como un velo
de sombra en mi cintura?...
Ya ves que hasta mis ojos
en esta noche tienen
fulguración oscura,
y en tus rodillas firmes
mis manos se desgranan
como rosas maduras.
Y al enredar tus dedos
en mis cabellos claros
siento extraña frescura,
mientras caen tus besos
en mi boca sedienta
con la humedad fragante
que se raja una fruta.
Aspírame despacio....
Iniciaré mi entrega
sobre tu carne oscura,
y me alzaré del fuego
santificada y bella
como se alza del mármol
una estatua desnuda.


Laura Victoria

29 de noviembre de 2012

Retornos del amor en los vividos paisajes



Creemos, amor mío, que aquellos paisajes 
se quedaron dormidos o muertos con nosotros 
en la edad, en el día en que los habitamos; 
que los árboles pierden la memoria 
y las noches se van, dando al olvido 
lo que las hizo hermosas y tal vez inmortales. 

Pero basta el más leve palpitar de una hoja, 
una estrella borrada que respira de pronto 
para vernos los mismos alegres que llenamos 
los lugares que juntos nos tuvieron. 

Y así despiertas hoy, mi amor, a mi costado, 
entre los groselleros y las fresas ocultas 
al amparo del firme corazón de los bosques. 

Allí está la caricia mojada de rocío, 
las briznas delicadas que refrescan tu lecho, 
los silfos encantados de ornar tu cabellera 
y las altas ardillas misteriosas que llueven 
sobre tu sueño el verde menudo de las ramas.

Sé feliz, hoja, siempre: nunca tengas otoño, 
hoja que me has traído 
con tu temblor pequeño 
el aroma de tanta ciega edad luminosa. 

Y tú, mínima estrella perdida que me abres 
las íntimas ventanas de mis noches más jóvenes, 
nunca cierres tu lumbre 
sobre tantas alcobas que al alba nos durmieron 
y aquella biblioteca con la luna 
y los libros aquellos dulcemente caídos 
y los montes afuera desvelados cantándonos. 

Rafael Alberti

26 de noviembre de 2012

La Puerta de mi amor





Pensé que la habia cerrado,
porque cada vez que se abria
me hacia mucho mal...

Pero tu amor pudo mas
y la abrio hasta el fondo,
y dejaste pasar a los sentimientos
y a nuestra pasión...

La Puerta de Mi Amor

tiene una llave,
que solo la tienes tú, mi vida
que es dueño de mi alma...

Sabes que pienso,

que me alegro
que abriera la puerta,
porque así he podido conocer
a tu lado el significado del sentir...


Jessica Púa Castillo

La Puerta de mi amor





Pensé que la habia cerrado,
porque cada vez que se abria
me hacia mucho mal...

Pero tu amor pudo mas
y la abrio hasta el fondo,
y dejaste pasar a los sentimientos
y a nuestra pasión...

La Puerta de Mi Amor

tiene una llave,
que solo la tienes tú, mi vida
que es dueño de mi alma...

Sabes que pienso,

que me alegro
que abriera la puerta,
porque así he podido conocer
a tu lado el significado del sentir...


Jessica Púa Castillo

12 de noviembre de 2012

Alargaba la mano y te tocaba

 


Alargaba la mano y te tocaba.
Te tocaba: rozaba tu frontera,
el suave sitio donde tú terminas,
sólo míos el aire y mi ternura.
Tú moras en lugares indecibles,
indescifrable mar, lejana luz
que no puede apresarse.
Te me escapabas, de cristal y aroma,
por el aire, que entraba y que salía,
dueño de ti por dentro. Y yo quedaba fuera,
en el dintel de siempre, prisionero
de la celda exterior.

La libertad
hubiera sido herir tu pensamiento,
trasponer el umbral de tu mirada,
ser tú, ser tú de otra manera. Abrirte,
como una flor, la infancia , y aspirar
su esencia y devorarla. Hacer
comunes humo y piedra. Revocar
el mandato de ser. Entrar. Entrarnos
uno en el otro. Trasponer los últimos
límites. Reunirnos…..

Alargaba la mano y te tocaba.
Tú mirabas la luz y la gavilla.
Eras luz y gavilla, plenitud
en ti misma, rotunda como el mundo.
Caricias no valían, ni cuchillos,
ni cálidas mareas. Tú, allí, a solas,
sonriente, apartada, eterna tú.
Y yo, eterno, apartado, sonriente,
remitiéndote pactos inservibles,
alianzas de cera.

Todo estuvo de nuestra parte, pero
cuál era nuestra parte, el punto
de coincidencia, el tacto
que pudo ser llamado sólo nuestro.

Una voz, en la calle, llama y otra
le responde. Dos manos se entrelazan.
Uno en otro, los labios se acomodan;
los cuerpos se acomodan. Abril, clásico,
se abate, emperador de los encuentros.
¿Esto era amor? La soledad no sabe
qué responder: persiste, tiembla, anhela
destruirse. Impaciente
se derrama en las manos ofrecidas.
Una voz en la calle….Cuánto olor,
cuánto escenario para nada. Miro
tus ojos. Yo miro los ojos tuyos;
tú, los míos: ¿esto se llama amor?

Permanecemos. Sí, permanecemos
no indiferentes, pero diferentes. Somos
tú y yo: los dos, desde la orilla
de la corriente, solos, desvalidos,
la piel alzada como un muro, solos
tú y yo, sin fuerza ya, sin esperanza.
Idénticos en todo,
sólo en amor distintos.
La tristeza, sedosa, nos envuelve
como una niebla: ése es el lazo único;
ésa la patria en que nos encontramos.
Por fin te identifico con mis huesos
en el candor de la desesperanza.
Aquí estamos nosotros: desvaídos
los dos, borrados, más difíciles,
a punto de no ser….¿Amor es esto?
¿Acaso amor es esta no existencia
de tanto ser? ¿Es este desvivirse
por vivir? Ya desangrado
de mí, ya inmóvil en ti, ya
alterado, el recuerdo se reanuda.
Se reanuda la inútil existencia….
Y alargaba la mano y te tocaba.



Antonio Gala

6 de noviembre de 2012

Amor verdadero

® Pellón


No, no aparta a dos almas amadoras
adverso caso ni cruel porfía:
nunca mengua el amor ni se desvía,
y es uno y sin mudanza a todas horas.

Es fanal que borrascas bramador

ascon inmóviles rayos desafía;
estrella fija que los barcos guía;
mides su altura, mas su esencia ignoras.

Amor no sigue la fugaz corriente

de la edad, que deshace los colores
de los floridos labios y mejillas.

Eres eterno, Amor: si esto desmiente

mi vida, no he sentido tus ardores,
ni supe comprender tus maravillas.
William Shakespeare

Amor verdadero

® Pellón


No, no aparta a dos almas amadoras
adverso caso ni cruel porfía:
nunca mengua el amor ni se desvía,
y es uno y sin mudanza a todas horas.

Es fanal que borrascas bramador

ascon inmóviles rayos desafía;
estrella fija que los barcos guía;
mides su altura, mas su esencia ignoras.

Amor no sigue la fugaz corriente

de la edad, que deshace los colores
de los floridos labios y mejillas.

Eres eterno, Amor: si esto desmiente

mi vida, no he sentido tus ardores,
ni supe comprender tus maravillas.
William Shakespeare

5 de noviembre de 2012

Seguramente

  ® Pellón

Seguramente se abrirán muchas ventanas
y la arena de muchos silencios
entrará a través de ellas
anegando mis ojos hasta el dolor.

Seguramente se escaparán mis palabras,
mis palabras de amante dichas desde dentro,
como el agua se escapa entre los dedos.

Seguramente nacerán muertas
todas las margaritas de mi pecho.

Seguramente tú,
ni tan siquiera me mirarás a los ojos
cuando te hablo de amor con los míos,
sencillamente porque para ti
son palabras vacías.

Seguramente no podré sentir nunca
toda la belleza de los jacintos de tu vientre,
ni perderme en los páramos de tus pechos.

Seguramente pasarán las horas, los días,
los meses, los años,
sin tan siquiera tener
el más mínimo reflejo de tu luz.

Seguramente todo eso sucederá
y yo,
yo te seguiré queriendo.

Ramón Pierrá Orozco

Seguramente

  ® Pellón

Seguramente se abrirán muchas ventanas
y la arena de muchos silencios
entrará a través de ellas
anegando mis ojos hasta el dolor.

Seguramente se escaparán mis palabras,
mis palabras de amante dichas desde dentro,
como el agua se escapa entre los dedos.

Seguramente nacerán muertas
todas las margaritas de mi pecho.

Seguramente tú,
ni tan siquiera me mirarás a los ojos
cuando te hablo de amor con los míos,
sencillamente porque para ti
son palabras vacías.

Seguramente no podré sentir nunca
toda la belleza de los jacintos de tu vientre,
ni perderme en los páramos de tus pechos.

Seguramente pasarán las horas, los días,
los meses, los años,
sin tan siquiera tener
el más mínimo reflejo de tu luz.

Seguramente todo eso sucederá
y yo,
yo te seguiré queriendo.

Ramón Pierrá Orozco