25 de septiembre de 2012

Canciones del alma


 
Imagen de Pellón


En una noche oscura
con ansias en amores inflamada
¡oh dichosa ventura!
salí sin ser notada
estando ya mi casa sosegada,

a oscuras y segura

por la secreta escala disfrazada,
¡oh dichosa ventura!
a oscuras y en celada
estando ya mi casa sosegada.

En la noche dichosa

en secreto que nadie me veía
ni yo miraba cosa
sin otra luz y guía
sino la que en el corazón ardía.

Aquesta me guiaba

más cierto que la luz del mediodía
adonde me esperaba
quien yo bien me sabía
en sitio donde nadie aparecía.

¡Oh noche, que guiaste!

¡Oh noche amable más que la alborada!
¡Oh noche que juntaste
amado con amada,
amada en el amado transformada!

En mi pecho florido,

que entero para él solo se guardaba
allí quedó dormido
y yo le regalaba
y el ventalle de cedros aire daba.

El aire de la almena

cuando yo sus cabellos esparcía
con su mano serena
y en mi cuello hería
y todos mis sentidos suspendía.

Quedéme y olvidéme

el rostro recliné sobre el amado;
cesó todo, y dejéme
dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado.


San Juan de la Cruz

18 de septiembre de 2012

Soneto III


Foto de Pellón


Áspero amor, violeta coronada de espinas,
matorral entre tantas pasiones erizado,
lanza de los dolores, corola de la cólera,
por qué caminos y cómo te dirigiste a mi alma?

Por qué precipitaste tu fuego doloroso,
de pronto, entre las hojas frías de mi camino?
Quién te enseñó los pasos que hasta mí te llevaron?
Qué flor, qué piedra, qué humo mostraron mi morada?

Lo cierto es que tembló la noche pavorosa,
el alba llenó todas las copas con su vino
y el sol estableció su presencia celeste,

mientras que el cruel amor me cercaba sin tregua
hasta que lacerándome con espadas y espinas
abrió en mi corazón un camino quemante.


Pablo Neruda

Soneto III


Foto de Pellón


Áspero amor, violeta coronada de espinas,
matorral entre tantas pasiones erizado,
lanza de los dolores, corola de la cólera,
por qué caminos y cómo te dirigiste a mi alma?

Por qué precipitaste tu fuego doloroso,
de pronto, entre las hojas frías de mi camino?
Quién te enseñó los pasos que hasta mí te llevaron?
Qué flor, qué piedra, qué humo mostraron mi morada?

Lo cierto es que tembló la noche pavorosa,
el alba llenó todas las copas con su vino
y el sol estableció su presencia celeste,

mientras que el cruel amor me cercaba sin tregua
hasta que lacerándome con espadas y espinas
abrió en mi corazón un camino quemante.


Pablo Neruda

13 de septiembre de 2012

Presente en la distancia


Imagen sacada de la red 


Cómo de tu interior se disemina
la más pura libido; cómo fluye
desde la mente al sexo, y distribuye
sobre la piel oleada clandestina.

Sólo yo lo percibo en tu retina,
que de la mía ni se aparta ni huye;
y en tu mano, que firme reconstruye
tensos perfiles que el deseo empina.

Qué intimidad soñada y no tenida,
qué actividad sensual, reverdecida
tras larga etapa en pertinaz sequía.

Y cómo llegas, sin llegar, remota,
por beber de la fuente que en mí brota,
como yo de la tuya bebería.


Francisco Álvarez Hidalgo.

Presente en la distancia


Imagen sacada de la red 


Cómo de tu interior se disemina
la más pura libido; cómo fluye
desde la mente al sexo, y distribuye
sobre la piel oleada clandestina.

Sólo yo lo percibo en tu retina,
que de la mía ni se aparta ni huye;
y en tu mano, que firme reconstruye
tensos perfiles que el deseo empina.

Qué intimidad soñada y no tenida,
qué actividad sensual, reverdecida
tras larga etapa en pertinaz sequía.

Y cómo llegas, sin llegar, remota,
por beber de la fuente que en mí brota,
como yo de la tuya bebería.


Francisco Álvarez Hidalgo.