29 de noviembre de 2012

Retornos del amor en los vividos paisajes



Creemos, amor mío, que aquellos paisajes 
se quedaron dormidos o muertos con nosotros 
en la edad, en el día en que los habitamos; 
que los árboles pierden la memoria 
y las noches se van, dando al olvido 
lo que las hizo hermosas y tal vez inmortales. 

Pero basta el más leve palpitar de una hoja, 
una estrella borrada que respira de pronto 
para vernos los mismos alegres que llenamos 
los lugares que juntos nos tuvieron. 

Y así despiertas hoy, mi amor, a mi costado, 
entre los groselleros y las fresas ocultas 
al amparo del firme corazón de los bosques. 

Allí está la caricia mojada de rocío, 
las briznas delicadas que refrescan tu lecho, 
los silfos encantados de ornar tu cabellera 
y las altas ardillas misteriosas que llueven 
sobre tu sueño el verde menudo de las ramas.

Sé feliz, hoja, siempre: nunca tengas otoño, 
hoja que me has traído 
con tu temblor pequeño 
el aroma de tanta ciega edad luminosa. 

Y tú, mínima estrella perdida que me abres 
las íntimas ventanas de mis noches más jóvenes, 
nunca cierres tu lumbre 
sobre tantas alcobas que al alba nos durmieron 
y aquella biblioteca con la luna 
y los libros aquellos dulcemente caídos 
y los montes afuera desvelados cantándonos. 

Rafael Alberti

26 de noviembre de 2012

La Puerta de mi amor





Pensé que la habia cerrado,
porque cada vez que se abria
me hacia mucho mal...

Pero tu amor pudo mas
y la abrio hasta el fondo,
y dejaste pasar a los sentimientos
y a nuestra pasión...

La Puerta de Mi Amor

tiene una llave,
que solo la tienes tú, mi vida
que es dueño de mi alma...

Sabes que pienso,

que me alegro
que abriera la puerta,
porque así he podido conocer
a tu lado el significado del sentir...


Jessica Púa Castillo

La Puerta de mi amor





Pensé que la habia cerrado,
porque cada vez que se abria
me hacia mucho mal...

Pero tu amor pudo mas
y la abrio hasta el fondo,
y dejaste pasar a los sentimientos
y a nuestra pasión...

La Puerta de Mi Amor

tiene una llave,
que solo la tienes tú, mi vida
que es dueño de mi alma...

Sabes que pienso,

que me alegro
que abriera la puerta,
porque así he podido conocer
a tu lado el significado del sentir...


Jessica Púa Castillo

12 de noviembre de 2012

Alargaba la mano y te tocaba

 


Alargaba la mano y te tocaba.
Te tocaba: rozaba tu frontera,
el suave sitio donde tú terminas,
sólo míos el aire y mi ternura.
Tú moras en lugares indecibles,
indescifrable mar, lejana luz
que no puede apresarse.
Te me escapabas, de cristal y aroma,
por el aire, que entraba y que salía,
dueño de ti por dentro. Y yo quedaba fuera,
en el dintel de siempre, prisionero
de la celda exterior.

La libertad
hubiera sido herir tu pensamiento,
trasponer el umbral de tu mirada,
ser tú, ser tú de otra manera. Abrirte,
como una flor, la infancia , y aspirar
su esencia y devorarla. Hacer
comunes humo y piedra. Revocar
el mandato de ser. Entrar. Entrarnos
uno en el otro. Trasponer los últimos
límites. Reunirnos…..

Alargaba la mano y te tocaba.
Tú mirabas la luz y la gavilla.
Eras luz y gavilla, plenitud
en ti misma, rotunda como el mundo.
Caricias no valían, ni cuchillos,
ni cálidas mareas. Tú, allí, a solas,
sonriente, apartada, eterna tú.
Y yo, eterno, apartado, sonriente,
remitiéndote pactos inservibles,
alianzas de cera.

Todo estuvo de nuestra parte, pero
cuál era nuestra parte, el punto
de coincidencia, el tacto
que pudo ser llamado sólo nuestro.

Una voz, en la calle, llama y otra
le responde. Dos manos se entrelazan.
Uno en otro, los labios se acomodan;
los cuerpos se acomodan. Abril, clásico,
se abate, emperador de los encuentros.
¿Esto era amor? La soledad no sabe
qué responder: persiste, tiembla, anhela
destruirse. Impaciente
se derrama en las manos ofrecidas.
Una voz en la calle….Cuánto olor,
cuánto escenario para nada. Miro
tus ojos. Yo miro los ojos tuyos;
tú, los míos: ¿esto se llama amor?

Permanecemos. Sí, permanecemos
no indiferentes, pero diferentes. Somos
tú y yo: los dos, desde la orilla
de la corriente, solos, desvalidos,
la piel alzada como un muro, solos
tú y yo, sin fuerza ya, sin esperanza.
Idénticos en todo,
sólo en amor distintos.
La tristeza, sedosa, nos envuelve
como una niebla: ése es el lazo único;
ésa la patria en que nos encontramos.
Por fin te identifico con mis huesos
en el candor de la desesperanza.
Aquí estamos nosotros: desvaídos
los dos, borrados, más difíciles,
a punto de no ser….¿Amor es esto?
¿Acaso amor es esta no existencia
de tanto ser? ¿Es este desvivirse
por vivir? Ya desangrado
de mí, ya inmóvil en ti, ya
alterado, el recuerdo se reanuda.
Se reanuda la inútil existencia….
Y alargaba la mano y te tocaba.



Antonio Gala

6 de noviembre de 2012

Amor verdadero

® Pellón


No, no aparta a dos almas amadoras
adverso caso ni cruel porfía:
nunca mengua el amor ni se desvía,
y es uno y sin mudanza a todas horas.

Es fanal que borrascas bramador

ascon inmóviles rayos desafía;
estrella fija que los barcos guía;
mides su altura, mas su esencia ignoras.

Amor no sigue la fugaz corriente

de la edad, que deshace los colores
de los floridos labios y mejillas.

Eres eterno, Amor: si esto desmiente

mi vida, no he sentido tus ardores,
ni supe comprender tus maravillas.
William Shakespeare

Amor verdadero

® Pellón


No, no aparta a dos almas amadoras
adverso caso ni cruel porfía:
nunca mengua el amor ni se desvía,
y es uno y sin mudanza a todas horas.

Es fanal que borrascas bramador

ascon inmóviles rayos desafía;
estrella fija que los barcos guía;
mides su altura, mas su esencia ignoras.

Amor no sigue la fugaz corriente

de la edad, que deshace los colores
de los floridos labios y mejillas.

Eres eterno, Amor: si esto desmiente

mi vida, no he sentido tus ardores,
ni supe comprender tus maravillas.
William Shakespeare

5 de noviembre de 2012

Seguramente

  ® Pellón

Seguramente se abrirán muchas ventanas
y la arena de muchos silencios
entrará a través de ellas
anegando mis ojos hasta el dolor.

Seguramente se escaparán mis palabras,
mis palabras de amante dichas desde dentro,
como el agua se escapa entre los dedos.

Seguramente nacerán muertas
todas las margaritas de mi pecho.

Seguramente tú,
ni tan siquiera me mirarás a los ojos
cuando te hablo de amor con los míos,
sencillamente porque para ti
son palabras vacías.

Seguramente no podré sentir nunca
toda la belleza de los jacintos de tu vientre,
ni perderme en los páramos de tus pechos.

Seguramente pasarán las horas, los días,
los meses, los años,
sin tan siquiera tener
el más mínimo reflejo de tu luz.

Seguramente todo eso sucederá
y yo,
yo te seguiré queriendo.

Ramón Pierrá Orozco

Seguramente

  ® Pellón

Seguramente se abrirán muchas ventanas
y la arena de muchos silencios
entrará a través de ellas
anegando mis ojos hasta el dolor.

Seguramente se escaparán mis palabras,
mis palabras de amante dichas desde dentro,
como el agua se escapa entre los dedos.

Seguramente nacerán muertas
todas las margaritas de mi pecho.

Seguramente tú,
ni tan siquiera me mirarás a los ojos
cuando te hablo de amor con los míos,
sencillamente porque para ti
son palabras vacías.

Seguramente no podré sentir nunca
toda la belleza de los jacintos de tu vientre,
ni perderme en los páramos de tus pechos.

Seguramente pasarán las horas, los días,
los meses, los años,
sin tan siquiera tener
el más mínimo reflejo de tu luz.

Seguramente todo eso sucederá
y yo,
yo te seguiré queriendo.

Ramón Pierrá Orozco