18 de diciembre de 2014

Epitelio

Empiezo a recordar serenamente
secretos que hasta aquí, nos han traído
ahora que los siempres ya se han ido
los nuncas vivirán eternamente.

Ahora que tus ojos transparentes,
abiertos a la luz, han preferido
dejar que tú epitelio mal herido
barra todo misterio de tu mente,

Qué rabiosa te llevaba hacia el dolor
al escondido paraíso en ese infierno
de abrazar mi frenesí para perderlo.

Y ante el acaso del trémulo pavor,
de transitar por el frío de tu averno,
quise no ser, no estar, para no verlo.


Juan Uceda




Epitelio

Empiezo a recordar serenamente
secretos que hasta aquí, nos han traído
ahora que los siempres ya se han ido
los nuncas vivirán eternamente.

Ahora que tus ojos transparentes,
abiertos a la luz, han preferido
dejar que tú epitelio mal herido
barra todo misterio de tu mente,

Qué rabiosa te llevaba hacia el dolor
al escondido paraíso en ese infierno
de abrazar mi frenesí para perderlo.

Y ante el acaso del trémulo pavor,
de transitar por el frío de tu averno,
quise no ser, no estar, para no verlo.


Juan Uceda




9 de diciembre de 2014

Muestras de pésame




   El poeta Francisco Álvarez Hidalgo, natural de los Corrales de Buelna (Cantabria), ha fallecido en accidente de circulación, desde ésta página quiero dar mi más sentido pésame a su familia, os pongo unos enlaces de sus páginas. Que en paz descanse.

http://www.yasminita.com/biohidalgo/biohidalgo.htm



http://poesiadelmomento.com
http://poesiadelmomento.com/postales/indice.html
http://poesiadelmomento.com/breverias/index.html
http://poesiadelmomento.com/erotica/frames.html

Muestras de pésame




   El poeta Francisco Álvarez Hidalgo, natural de los Corrales de Buelna (Cantabria), ha fallecido en accidente de circulación, desde ésta página quiero dar mi más sentido pésame a su familia, os pongo unos enlaces de sus páginas. Que en paz descanse.

http://www.yasminita.com/biohidalgo/biohidalgo.htm



http://poesiadelmomento.com
http://poesiadelmomento.com/postales/indice.html
http://poesiadelmomento.com/breverias/index.html
http://poesiadelmomento.com/erotica/frames.html

Aislamiento



Eres, en parte, una entidad completa,
sujeto indivisible, soberano;
y también eres, como ser humano,
limitación, a los demás sujeta.
 
¿A qué tu reclusión? No eres asceta
confinado al desierto, o ciudadano
de abrupta isla perdida; eres hermano
de quien te vilipendia o te respeta.
 
Aislarse es dimitir de obligaciones
impuestas al nacer, como eslabones
que somos de ecuménica cadena.
 
Vibre tu voz en todos los oídos,
presta atención a cantos y quejidos,
sé campo abierto, no abstraída almena.

Francisco Álvarez Hidalgo





Aislamiento



Eres, en parte, una entidad completa,
sujeto indivisible, soberano;
y también eres, como ser humano,
limitación, a los demás sujeta.
 
¿A qué tu reclusión? No eres asceta
confinado al desierto, o ciudadano
de abrupta isla perdida; eres hermano
de quien te vilipendia o te respeta.
 
Aislarse es dimitir de obligaciones
impuestas al nacer, como eslabones
que somos de ecuménica cadena.
 
Vibre tu voz en todos los oídos,
presta atención a cantos y quejidos,
sé campo abierto, no abstraída almena.

Francisco Álvarez Hidalgo





4 de diciembre de 2014

El celaje



¿A dónde fuiste, amor; a dónde fuiste?
Se extinguió en el poniente el manso fuego,
y tú que me decías: "Hasta luego,
volveré por la noche"... ¡No volviste!

¿En que zarzas tu pie divino heriste?
¿Que muro cruel te ensordeció a mi ruego?
¿Que nieve supo congelar tu apego
y a tu memoria hurtar mi imagen triste?

¡Amor, ya no vendrás! En vano, ansioso,
de mi balcón atalayando vivo
el campo verde y el confín brumoso.

Y me finge un celaje fugitivo
nave de luz en que, al final reposo,
va tu dulce fantasma pensativo.

Amado Nervo

El celaje



¿A dónde fuiste, amor; a dónde fuiste?
Se extinguió en el poniente el manso fuego,
y tú que me decías: "Hasta luego,
volveré por la noche"... ¡No volviste!

¿En que zarzas tu pie divino heriste?
¿Que muro cruel te ensordeció a mi ruego?
¿Que nieve supo congelar tu apego
y a tu memoria hurtar mi imagen triste?

¡Amor, ya no vendrás! En vano, ansioso,
de mi balcón atalayando vivo
el campo verde y el confín brumoso.

Y me finge un celaje fugitivo
nave de luz en que, al final reposo,
va tu dulce fantasma pensativo.

Amado Nervo