30 de marzo de 2022

Primavera

 

Foto: Los caminos de El Regatón en Laredo (Cantabria).


Mañana

los días niños cantan en mi ventana
las casas son todas de papel
y van y viven las golondrinas
doblando y desdoblando esquinas
violadores de rosas
gozadores perpetuos del marfil de las cosas
ya tenéis aquí el nido
que en la más ardua grúa se os ha construido
y desde él cantaréis todos
en las manos del viento
mi vida es un limón
pero no es amarilla mi canción
limones y planetas
en las ramas del sol
cuántas veces cobijasteis
la sombra verde de mi amor
la primavera nace
y en su cuerpo de luz la lluvia pace
el arco iris brota de la cárcel
y sobre los tejados
mi mano blanca es un hotel
para palomas de mi cielo infiel.

Gerardo Diego

21 de marzo de 2021

La primavera besaba




La primavera besaba

suavemente la arboleda,

y el verde nuevo brotaba

como una verde humareda

Las nubes iban pasando

sobre el campo juvenil…

Yo vi en las hojas temblando

las frescas lluvias de abril

Bajo ese almendro florido,

todo cargado de flor -recordé-, yo he maldecido

mi juventud sin amor

Hoy, en mitad de la vida,

me he parado a meditar…

¡Juventud nunca vivida

quién te volviera a soñar!

       Antonio Machado

18 de enero de 2021

Junto a los ríos

 


Río Gándara en Soba (Cantabria)


Junto a los ríos sonoros

de nuestra tierra inmarchita

canta la vida, el talante

del vigor que les habita.

Todo es brillante. Va unido

a labores campesinas,

y el verdor que les circunda

es gracia; es fuerza impartida

de primavera constante

en yerba remanecida.

 .Todo tiene pulso y eco;

savia fuerte que palpita

en belleza continuada

de frescura indefinida.

En todo vibra pasión

y la tierra, nunca esquiva

a la humedad de sus prados,

les ofrece, agradecida,

el esplendor cotidiano

de pastos y florecillas.


Matilde Camus


Aurora Matilde Gómez Camus (SantanderCantabria26 de septiembre de 1919-Ibidem28 de abril de 20121​), conocida como Matilde Camus, fue una escritorainvestigadora, articulista y poeta española.

Datos extraídos de aquí.


28 de diciembre de 2020

De invierno


Playa Salvé de Laredo (Cantabria)


En invernales horas, mirad a Carolina.

Medio apelotonada, descansa en el sillón,

envuelta con su abrigo de marta cibelina

y no lejos del fuego que brilla en el salón.


El fino angora blanco junto a ella se reclina,

rozando con su hocico la falda de Aleçón,

no lejos de las jarras de porcelana china

que medio oculta un biombo de seda del Japón.


Con sus sutiles filtros la invade un dulce sueño:

entro, sin hacer ruido: dejo mi abrigo gris;

voy a besar su rostro, rosado y halagüeño

como una rosa roja que fuera flor de lis.


Abre los ojos; mírame con su mirar risueño,

y en tanto cae la nieve del cielo de París.

Rubén Dario

15 de diciembre de 2020

Versos de otoño




Cuando mi pensamiento va hacia ti, se perfuma;
tu mirar es tan dulce, que se torna profundo.

Bajo tus pies desnudos aún hay blancos de espuma,
y en tus labios compendias la alegría del mundo.

El amor pasajero tiene encanto breve,
y ofrece un igual término para el gozo y la pena.

Hace una hora que un nombre grabé sobre la nieve;
hace un minuto dije mi amor sobre la arena.

Las hojas amarillas caen en la alameda,
en donde vagan tantas parejas amorosas.

Y en la copa de otoño un vago vino queda en
qué han de deshojarse, primavera, tus rosas.

Rubén Dario

30 de noviembre de 2020

Otoño

 


  • El cárdeno otoño
    no tiene leyendas
    para mí. Los salmos
    de las frondas muertas,
    jamás he escuchado,
    que el viento se lleva.
    Yo no sé los salmos
    de las hojas secas,
    sino el sueño verde
    de la amarga tierra.

  • Antonio Machado

3 de noviembre de 2020

Qué bonito se ve el río





Que bonito se ve el río
serpenteando por la ribera,
cuando aparece el otoño
los colores se reflejan.

Hurdes de Nuñomoral
un paraíso en la tierra,
tierra que quiero cantar
porque mi alma desea.

Porque yo nací extremeño
lo que corre por mis venas,
agua y sangre del río Jerte
se hizo mi naturaleza.

Que bonito se ve el río
cuando el agua serpentea,
mientras las hojas caducas
las riberas colorean.

Baja el agua cristalina
de lo alto de la sierra,
de ese rincón extremeño
que en Nuñomoral se encuentra.

Entre la Sierra de Gata
bajo la sierra de Bejar,
al resguardo un Paraíso
de alquerías, pueblos y aldeas.

Hoy dedico mis recuerdos
a esta comarca extremeña,
tierra que estuvo olvidada
sin conocerla siquiera.

Ceferino Carpintero Prieto

17 de octubre de 2020

El hombre y el mar




¡Hombre libre, siempre adorarás el mar!
el mar es tu espejo; contemplas tu alma
en el desarrollo infinito de su oleaje,
y tu espíritu no es un abismo menos amargo.

Te complaces hundiéndote en el seno de tu imagen;
la abarcas con ojos y brazos, y tu corazón
se distrae algunas veces de su propio rumor
al ruido de esta queja indomable y salvaje.

Ambos sois tenebrosos y discretos:
Hombre, nadie ha sondeado el fondo de tus abismos,
¡Oh, mar, nadie conoce tus tesoros íntimos,
Tan celosos sois de guardar vuestros secretos!

Y empero, he aquí los siglos innúmeros
en que os combatís sin piedad ni remordimiento,
tanto amáis la carnicería y la muerte,
¡Oh, luchadores eternos, oh, hermanos implacables!

Charles Baudelaire

14 de octubre de 2020

Extremadura fue madre





Extremadura fue madre
de hombres buenos y honrados,
muchos fueron emigrantes,
muchas veces olvidados.

Extremadura fue madre,
de policías y soldados,
también eran emigrantes 
a veces no recordados.

Extremadura recuerda
de tantos que se marcharon,
vestidos con uniforme,
por España destinados.

Policías y Guardias Civiles,
también sus penas pasaron,
en alerta noche y día,
temiendo algún atentado.

Por cualquier lugar de España,
en la ciudad u en el campo,
siempre encontraras un guardia 
que puede ser tu paisano.

A veces incomprendidos,
a veces fueron odiados,
a veces por enemigos 
que ellos nunca se buscaron.

Hoy he juntado mis letras,
para que sean recordados,
también fueron emigrantes
que la vida se buscaron.

Extremadura fue madre,
de Cortés y de Pizarro,
de Valdivia y Orellana
y muchos de sus soldados.

Años después sigue madre,
de guardias uniformados,
que por salvar otras vidas,
la suya van arriesgando.

Ceferino Carpintero Prieto


Autor del Libro "
Extremadura es poesía
"


7 de octubre de 2020

Pausas (I)



 ¡El mar, el mar! dentro de mí lo siento.

Ya sólo de pensar en él, tan mío,

tiene un sabor de sal mi pensamiento.

José Gorostiza


José Gorostiza Alcalá fue un poeta y diplomático mexicano. Al servicio del Estado mexicano durante la mayoría de su vida en varios cargos gubernamentales o diplomáticas, formó también parte del grupo de la revista literaria Contemporáneos y fue elegido miembro de la Academia Mexicana de la Lengua en 1954.

Wikipedia.

10 de septiembre de 2020

Canción de la viuda enamorada





Ay, ya sé, no deberla reconocer
que tiemblo cuando su mano me toca.
Ay, qué me ha sucedido
que rezo para que me seduzca.
¡Si al menos no me apeteciese tanto!

Si me resisto tanto al amor
sólo me he resistido realmente en el fondo
porque sé que si estuviera ante él en camisón
me dejaría hasta sin camisa.
¡Como que le van a importar a él mis reproches!
¡Si al menos no me apeteciese tanto!

Dudo que valga tanto como yo
y que para él sea amor de verdad.
Cuando todos mis ahorros se hayan gastado,
¿tirará el cacharro a la basura?
¡Ay, ya sé por qué le opuse tanta resistencia!
¡Si al menos no me apeteciese tanto!

Si tuviera dos dedos de sentido
nunca le habría concedido lo que por desgracia me pidió,
sino que le habrla pegado una paliza
en cuanto se me acercó demasiado, como hizo.
¡Ay, ojalá se fuera al infierno!
(¡Si al menos no me apeteciese tanto!)

Bertolt Brecht

17 de julio de 2020

Busca y anhela el sosiego



Busca y anhela el sosiego…
mas… ¿quién le sosegará?
Con lo que sueña despierto,
dormido vuelve a soñar.
Que hoy como ayer, y mañana
cual hoy, en su eterno afán,
de hallar el bien que ambiciona
-cuando sólo encuentra el mal-,
siempre a soñar condenado,
nunca puede sosegar.

Rosalía de Castro

7 de julio de 2020

Canción de los artríticos


Somos la flor y nata
de los artríticos,
somos la quinta esencia
de los nefríticos;
tenemos casi siempre
hipertensión
y una vaga hipertrofia
del corazón.

Nuestra elegancia es cosa
bien manifiesta,
nuestra presencia nunca
es muy molesta.
Somos unos Petronios
de alta tensión,
más fervientes del plato
que de Platón.

No pueden compararse
con los artríticos
los gafos ulcerosos
o sifilíticos.
Somos productos natos
de selección,
que marchan por la vida
con distinción.

Nos lleva suavemente
nuestro organismo
a la gota, a la artritis
y al reumatismo,
y nos mete, por último,
de un empujón,
en el coma, que es signo
de conclusión.

Somos la flor y nata
de los artríticos,
somos la quinta esencia
de los nefríticos;
tenemos casi siempre
hipertensión
y una vaga hipertrofia
del corazón.

Pío Baroja


2 de julio de 2020

¿Qué es tu vida, alma mía?



¿Qué es tu vida, alma mía?, ¿cuál tu pago?,
¡Lluvia en el lago!
¿Qué es tu vida, alma mía, tu costumbre?
¡Viento en la cumbre!

¿Cómo tu vida, mi alma, se renueva?,
¡Sombra en la cueva!,
¡Lluvia en el lago!,
¡Viento en la cumbre!,
¡Sombra en la cueva!

Lágrimas es la lluvia desde el cielo,
y es el viento sollozo sin partida,
pesar, la sombra sin ningún consuelo,
y lluvia y viento y sombra hacen la vida.

Miguel de Unamuno

25 de junio de 2020

Dos palabras




Esta noche al oído me has dicho dos palabras
Comunes. Dos palabras cansadas
De ser dichas. Palabras
Que de viejas son nuevas.

Dos palabras tan dulces que la luna que andaba
Filtrando entre las ramas
Se detuvo en mi boca. Tan dulces dos palabras
Que una hormiga pasea por mi cuello y no intento
Moverme para echarla.

Tan dulces dos palabras
?Que digo sin quererlo? ¡oh, qué bella, la vida!?
Tan dulces y tan mansas
Que aceites olorosos sobre el cuerpo derraman.

Tan dulces y tan bellas
Que nerviosos, mis dedos,
Se mueven hacia el cielo imitando tijeras.
Oh, mis dedos quisieran
Cortar estrellas.

Alfonsina Storni

18 de junio de 2020

Rimas



Rima IX

Besa el aura que gime blandamente
las leves ondas que jugando riza;
el sol besa a la nube en occidente
y de púrpura y oro la matiza;
la llama en derredor del tronco ardiente
por besar a otra llama se desliza;
y hasta el sauce, inclinándose a su peso,
al río que le besa, vuelve un beso.

Rima LIV

Cuando volvemos las fugaces horas
del pasado a evocar,
temblando brilla en sus pestañas negras
una lágrima pronta a resbalar.

Y, al fin, resbala y cae como gota
de rocío al pensar
que cual hoy por ayer, por hoy mañana,
volveremos los dos a suspirar.

Gustavo Adolfo Becquer


3 de junio de 2020

Versos de novela cortesana



Niega mil veces arreo
y ninguna digas sí,
que cual tú te ves me vi
y te verás cual me veo.

Si hermosuras superiores
no sólo causan deseos,
mas en ceguedad forzosa
disculpan atrevimientos,

yo que a tanto cielo aspiro,
Señora, animoso llego.
Mas qué mucho, si la patria
es de la piedad el cielo.

Cuando amor me da sus alas
seguro al aire me entrego,
puesto que de tus castigos
me libran mis rendimientos.

Los celestiales enojos
y las venganzas se hicieron
para enfrenar arrogantes
y para domar soberbios.

Tirso de Molina

Las Palabras





No me gaste las palabras
no cambie el significado
mire que lo que yo quiero
lo tengo bastante claro

si usted habla de progreso
nada más que por hablar
mire que todos sabemos
que adelante no es atrás

si está contra la violencia
pero nos apunta bien
si la violencia va y vuelve
no se me queje después

si usted pide garantías
sólo para su corral
mire que el pueblo conoce
lo que hay que garantizar

no me gaste las palabras
no cambie el significado
mire que lo que yo quiero
lo tengo bastante claro

si habla de paz pero tiene
costumbre de torturar
mire que hay para ese vicio
una cura radical

si escribe reforma agraria
pero sólo en el papel
mire que si el pueblo avanza
la tierra viene con él

si está entregando el país
y habla de soberanía
quién va a dudar que usted es
soberana porquería

no me gaste las palabras
no cambie el significado
mire que lo que yo quiero
lo tengo bastante claro

no me ensucie las palabras
no les quite su sabor
y límpiese bien la boca
si dice revolución.

Mario Benedetti

21 de mayo de 2020

Elegir mi paisaje



Si pudiera elegir mi paisaje
de cosas memorables, mi paisaje
de otoño desolado,
elegiría, robaría esta calle
que es anterior a mí y a todos.

Ella devuelve mi mirada inservible,
la de hace apenas quince o veinte años
cuando la casa verde envenenaba el cielo.
Por eso es cruel dejarla recién atardecida
con tantos balcones como nidos a solas
y tantos pasos como nunca esperados.

Aquí estarán siempre, aquí, los enemigos,
los espías aleves de la soledad,
las piernas de mujer que arrastran amis ojos
lejos de la ecuación dedos incógnitas.

Aquí hay pájaros, lluvia, alguna muerte,
hojas secas, bocinas y nombres desolados,
nubes que van creciendo en mi ventana
mientras la humedad trae lamentos y moscas.

Sin embargo existe también el pasado
con sus súbitas rosas y modestos escándalos
con sus duros sonidos de una ansiedad cualquiera
y su insignificante comezón de recuerdos.

Ah si pudiera elegir mi paisaje
elegiría, robaría esta calle,
esta calle recién atardecida
en la que encarnizadamente revivo
y de la que sé con estricta nostalgia
el número y el nombre de sus setenta árboles.

Mario Benedetti

16 de mayo de 2020

No verte



Un día y otro día y otro día.
No verte.
Poderte ver, saber que andas tan cerca,
que es probable el milagro de la suerte.
No verte.
Y el corazón y el cálculo y la brújula,
fracasando los tres. No hay quien te acierte.
No verte.
Miércoles, jueves, viernes, no encontrarte,
no respirar, no ser, no merecerte.
No verte.
Desesperadamente amar, amarte
y volver a nacer para quererte.
No verte.
Sí, nacer cada día. Todo es nuevo.
Nueva eres tú, mi vida, tú, mi muerte.
No verte.
Andar a tientas (y era mediodía)
con temor infinito de romperte.
No verte.
Oír tu voz, oler tu aroma, sueños,
ay, espejismos que el desierto invierte.
No verte.
Pensar que tú me huyes, me deseas,
querrías encontrarte en mí, perderte.
No verte.
Dos barcos en la mar, ciegas las velas.
¿Se besarán mañana sus estelas?
Gerardo Diego