8 de marzo de 2012

Mujer apasionada (monologo)

Imagen sacada de la red


Llevo a remolque el alma ensangrentada
de amar entre la espina y el deseo;
en tu crisol mi realidad moldeo,
mi presencia a la tuya atenazada.

Si la noche te ausenta, qué truncada,
qué indefensa y atónita me veo,
qué hambrienta del salvaje forcejeo
que te trueca en león sobre la almohada.

Dame la infinitud de tu lenguaje,
propagador del único mensaje
que el flujo de mis venas aún entiende.

Y esa cálida carne que codicio,
sin ti ansiedad, contigo casi vicio,
que al adherirse a mí, la piel enciende.


Me dijo que me amaba demasiado;
era una tromba azul, una borrasca,
un vendaval haciéndose tornado,
y el paisaje a su soplo era hojarasca.

Y yo me dejé amar. Era violenta,
mas sin herir, colmena y catarata,
fiera complicidad, pantera hambrienta,
que aún después de perdida me arrebata.

Brevería Nº 1935 
Álvarez Hidaldo
 



Mujer apasionada (monologo)

Imagen sacada de la red


Llevo a remolque el alma ensangrentada
de amar entre la espina y el deseo;
en tu crisol mi realidad moldeo,
mi presencia a la tuya atenazada.

Si la noche te ausenta, qué truncada,
qué indefensa y atónita me veo,
qué hambrienta del salvaje forcejeo
que te trueca en león sobre la almohada.

Dame la infinitud de tu lenguaje,
propagador del único mensaje
que el flujo de mis venas aún entiende.

Y esa cálida carne que codicio,
sin ti ansiedad, contigo casi vicio,
que al adherirse a mí, la piel enciende.


Me dijo que me amaba demasiado;
era una tromba azul, una borrasca,
un vendaval haciéndose tornado,
y el paisaje a su soplo era hojarasca.

Y yo me dejé amar. Era violenta,
mas sin herir, colmena y catarata,
fiera complicidad, pantera hambrienta,
que aún después de perdida me arrebata.

Brevería Nº 1935 
Álvarez Hidaldo