28 de marzo de 2014

Canto II a Teresa


¿Por qué volvéis a la memoria mía,
Tristes recuerdos del placer perdido,
A aumentar la ansiedad y la agonía
De este desierto corazón herido?
¡Ay!, que de aquellas horas de alegría
Le quedó al corazón sólo un gemido,
¡Y el llanto que al dolor los ojos niegan,
Lágrimas son de hiel que el alma anegan!

 

¿Dónde volaron, ¡ay!, aquellas horas
De juventud, de amor y de ventura,
Regaladas de músicas sonoras,
Adornadas de luz y de hermosura?
Imágenes de oro bullidoras,
Sus alas de carmín y nieve pura,
Al sol de mi esperanza desplegando,
Pasaban, ¡ay!, a mi alrededor cantando.

José de Espronceda


18 de marzo de 2014

Insomnio

Imagen de Anka Zuravleva
 
Noche sureña, cálida, callada,
húmeda noche hundida en inquietudes,
noche en que el sueño en languidez eludes
y a los sueños te entregas desvelada.
 
Ya tu costumbre se durmió cansada
en los brazos de sus ineptitudes,
y ese fiero clamor de multitudes
son tus sentidos a la desbandada.
 
Tal vez la mano sin rubor prometa
la gloria del deseo, tan secreta
que tu mente la niega o la rechaza.
 
Espera, que hacia ti marcha mi sombra,
discreta y lúbrica sobre la alfombra,
y a tu impaciente desnudez se abraza.
 
Francisco Álvarez Hidalgo

Insomnio

Imagen de Anka Zuravleva
 
Noche sureña, cálida, callada,
húmeda noche hundida en inquietudes,
noche en que el sueño en languidez eludes
y a los sueños te entregas desvelada.
 
Ya tu costumbre se durmió cansada
en los brazos de sus ineptitudes,
y ese fiero clamor de multitudes
son tus sentidos a la desbandada.
 
Tal vez la mano sin rubor prometa
la gloria del deseo, tan secreta
que tu mente la niega o la rechaza.
 
Espera, que hacia ti marcha mi sombra,
discreta y lúbrica sobre la alfombra,
y a tu impaciente desnudez se abraza.
 
Francisco Álvarez Hidalgo

11 de marzo de 2014

Eras, instante, tan claro...


Eras, instante, tan claro.
Perdidamente te alejas,
dejando erguido al deseo
con sus vagas ansias tercas.

Siento huir bajo el otoño
pálidas aguas sin fuerza,
mientras se olvidan los árboles
de las hojas que desertan.

La llama tuerce su hastío,
sola su viva presencia,
y la lámpara ya duerme
sobre mis ojos en vela.

Cuán lejano todo. Muertas
las rosas que ayer abrieran,
aunque aliente su secreto
por las verdes alamedas.

Bajo tormentas la playa
será soledad de arena
donde el amor yazca en sueños.
La tierra y el mar lo esperan.


Luis Cernuda

Eras, instante, tan claro...


Eras, instante, tan claro.
Perdidamente te alejas,
dejando erguido al deseo
con sus vagas ansias tercas.

Siento huir bajo el otoño
pálidas aguas sin fuerza,
mientras se olvidan los árboles
de las hojas que desertan.

La llama tuerce su hastío,
sola su viva presencia,
y la lámpara ya duerme
sobre mis ojos en vela.

Cuán lejano todo. Muertas
las rosas que ayer abrieran,
aunque aliente su secreto
por las verdes alamedas.

Bajo tormentas la playa
será soledad de arena
donde el amor yazca en sueños.
La tierra y el mar lo esperan.


Luis Cernuda