Como si de una cesta se tratase,
Y dentro de ella
El fruto de tu alimento,
Conmigo cargaste
Durante un largo tiempo
Y sin quejarte.
Desde que en tu vientre entré,
Allí me quedé
Creciendo poco a poco.
Allá donde ibas
Te acompañaba yo,
Lo que tu sentías
Lo presentía yo.
En diversos momentos
Te hacía dolor,
Pero para ti no era más
Que un indicio de mi felicidad.
Pasaba el tiempo
Y allí me mantenías
Dándome tu amor y calor.
Hasta que un día decidí salir,
Para poder descubrir
Lo que fuera había.
El dolor, el sufrimiento
De traer una nueva vida al mundo
Viviste por tercera vez,
Aunque a ti aquel sufrimiento
te haría feliz.
Con esfuerzo y ansias,
Con ganas de tenerme
En tus brazos,
Me trajiste al mundo.
Y desde aquel instante,
Un regalo fui para ti
Y los que me rodeaban.
Con intriga y cariño
Me observaban, me acariciaban
Y me hacían reír.
Una larga infancia he vivido
En la que siempre estuviste tú.
Ayudándome, guiándome
Por el buen camino,
Enseñándome lo que podía hacer
Y lo que no.
Ya han pasado quince años
Y con mis palabras,
Intento darte las gracias,
Incluyendo a mis hermanas.
Pues tu eres nuestra madre,
La que nos dio la vida,
La que nos trajo al mundo
Y a él nos enseñó.
Gracias madre,
Por darnos la vida
Y enseñárnosla a vivir.
Nita
2 comentarios:
Es el amor mas grande del mundo nita, el de una madre,lo da todo y no pide nada.
Muy bonito guapa, un besazoo
mari
Muy bonita la poesía. Las madres siempre son fuente de inspiración ;) Besos.
Publicar un comentario